El fallecimiento del Papa Francisco generó una fuerte conmoción en la comunidad católica rosarina y llevó a Cáritas Rosario a cerrar sus puertas durante toda la jornada de este lunes. La organización decidió detener sus actividades en señal de respeto, sumándose al duelo decretado.
Más allá del dolor por su partida, desde la institución destacaron el ejemplo del pontífice como una guía que los impulsa a seguir trabajando por quienes más lo necesitan. Consideran que su liderazgo marcó un camino claro en materia de justicia social, solidaridad y cercanía con las realidades más duras que enfrentan las comunidades vulnerables.
En Rosario, su figura estuvo especialmente presente durante los momentos más críticos de violencia en la ciudad. Desde Cáritas recuerdan el respaldo espiritual que brindó a través de mensajes que fortalecieron el compromiso con los sectores golpeados por el miedo.
La organización, que forma parte de una red de acción humanitaria vinculada a la Iglesia Católica, sostiene tareas de acompañamiento social en barrios populares, centros comunitarios y espacios de contención.
Su trabajo, aseguran, no se detiene, y la muerte del Papa representa un nuevo impulso para profundizar la misión de estar cerca de quienes sufren.
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