Según los vecinos, había movimientos raros en la vivienda desde la medianoche y recién a las 4 de la mañana intervino la policía. Se cree que las mujeres detenidas ejercían la prostitución.
Por lo menos hace tres años, la casa está siempre cerrada y la abren dos veces por semana cuando viene cortador de pasto, según una vecina que no quiere ser mostrada ante las cámaras.
Por otra parte, lo llamativo de la casa es el exceso de cámaras, tanto en la calle como en el frente de la casa, según se puede ver.
Vale destacar, que los vecinos no quieren hablar porque tienen miedo.
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