Emilio Tisera, más conocido como “Emi Trix”, recibió una pena de 7 años en la cárcel por venta de éxtasis y cristal. Mientras que a Julieta Valenzuela, su pareja, le dieron 3 años de prisión condicional. Otros cinco miembros de la organización, entre ellos dos agentes policiales de Santa Fe,ya aceptaron juicios abreviados.
Tisera y su novia ya habían sido detenidos en 2022 por producción y comercialización de droga en fiestas electrónicas y gimnasios, usando la modalidad de delivery.
La sentencia para Tisera fue de 7 años de prisión e inhabilitación absoluta por igual término al de la condena, como autor del delito de tráfico de estupefacientes con fines de comercialización agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada.
Emilio Tisera, reconocido en redes sociales con el apodo de “Emi Trix” de 35 años, conducía un auto marca BMW con el que proveía drogas de diseño a personas de clase media y alta, en fiestas electrónicas. Vivía en un condominio residencial ubicado en un sector exclusivo de la costa de Rosario. También tenía acceso a un departamento en el microcentro donde acopiaba pastillas.
En el caso de Julieta Valenzuela, su novia, tenía miles de seguidores en la red social Instagram y acompañaba a su novio en el negocio. La condena que recibió fue a 3 años de ejecución condicional y reglas de conducta al haberla considerado partícipe secundaria del mismo delito que su pareja.
Los demás integrantes, dos de ellos policías que oficiaban de dealers y custodios, terminaron en un juicio de trámite abreviado que la fiscalía acordó con las defensas y que el TOF N°3 rosarino homologó el 29 de noviembre último.
Se trata de un suboficial de la policía de Santa Fe, Nicolás Balzi y su pareja, Gabriela Celia Techera Menéndez. El agente hacía delivery de éxtasis y cristal que le proveía Tisera en gimnasios, a domicilio y en vía pública.
La pena acordada para Balzi fue de 6 años y 4 meses de prisión. Y a su novia, le impusieron 3 años de prisión al ser considerada partícipe secundaria del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia con fines de comercialización.
El grupo contaba con otro efectivo de la misma fuerza provincial, Leandro Miranda, su función era vender drogas y ser custodio de Tisera, a quien garantizaba el cobro de deudas originadas por el comercio de pastillas. A ellos se acoplaban Benjamín Bernasconi y Pablo Padalina como dealers o revendedores.
Miranda, Bernasconi y Padalina fueron condenados a 3 años y 6 meses de prisión, e inhabilitación absoluta por igual término al de la condena como partícipes secundarios del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia con fines de comercialización, agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada.
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