Para gatos y perros, un golpe de calor se produce por un aumento de la temperatura corporal de forma abrupta. Esto conlleva a cuadros de deshidratación, aceleración del ritmo cardíaco, jadeo excesivo, sus mucosas y encías pueden adquirir un color rosado intenso o morado debido a la falta de oxigenación en sangre.
En muchos casos puede llegar a la pérdida de conciencia, sufrir problemas mayores como insuficiencia renal y complicaciones cardíacas. Ante cualquiera de estos signos, es necesario visitar de urgencia al veterinario.
Sin embargo, existen distintos métodos para lograr mantener a los animales frescos y evitar que estas situaciones afecten su bienestar.
En comunicación con Buen Día Rosario, el veterinario, Hernán Lepiscopo expresó: “Sugerimos que cuando saques a pasear a tu perro, lleves también agua para hidratarlos. Y no sumergirlos en agua fría”.
“Mientras que a los gatos no necesita ni te pide paseos. El gato es más independiente y busca solo su bienestar en la casa”, sentenció.
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