David Sensini, el pastor evangelista que intervino para aconsejar a los familiares del presunto sicario Axel Ignacio Herrera (19 años) para que se entregue ante la Justicia, contó detalles del hecho.
Herrera fue acusado el jueves por el asesinato de Marcos Iván Daloia, colectivero de la línea K, ocurrido el pasado 7 de marzo. Según la investigación, el joven cometió el crimen para pagar una deuda de drogas.
Sensini explicó que los familiares de Herrera lo buscaron en la iglesia tras reconocer al joven en un video difundido por la Fiscalía y los medios de comunicación para dar con el autor del crimen. “La familia llegó a la iglesia con una historia. Le habían matado a un hermano menor (a Axel Herrera) hace unos años. Ahora, vieron el video y lo reconocieron. Ellos le pidieron a dios, cuando mataron al menor, que atraparan al asesino. Y ahora se encontraban del otro lado”, comentó el pastor en una entrevista con De 12 a 14 (El Tres).
El hermano menor de Herrera, Gastón Ezequiel Barrera, de 16 años, fue asesinado en 2012. Por ese crimen, Miguel Ángel "Lolo" Laferrara (hermano del conocido Mauricio “Caníbal” Laferrara, condenado sicario de la banda narco de Esteban Lindor Alvarado)
fue condenado a más de 10 años de prisión.
Sensini relató que no tuvo contacto directo con Herrera, sino con sus familiares, con quienes habló sobre arrepentimiento y la importancia de entregarse. “Me dijeron que estaba drogado, arrepentido. Después, la familia habló y el lunes me llamó para decirme que se quería entregar. Ahí, hicimos de nexo con el Ministerio de Seguridad”, agregó.
El fiscal Patricio Saldutti acusó este jueves a Herrera de ser el autor del homicidio de Daloia y la jueza Paula Álvarez dispuso la prisión preventiva. Durante la audiencia, Saldutti señaló que los familiares de Herrera lo reconocieron en el video no solo por su rostro, sino también por su forma de correr, afectada por una lesión de bala en 2021.
Durante la acusación, el fiscal leyó los testimonios recolectados por el Ministerio Público de la Acusación a familiares del presunto gatillero, quienes afirmaron que cometió el asesinato de Daloia por dinero que luego utilizó para saldar una deuda por droga.
“Tenemos que trabajar mucho porque la droga está destruyendo a los adolescentes. Llegamos como bomberos para apagar incendios. Tenemos testimonios de personas que cuentan cómo los jóvenes venden televisores o muebles para el consumo. Hay que actuar con razonamiento”, reflexionó el pastor.
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