Las adicciones en los barrios más humildes: la situación es cada vez más preocupante

La droga se transforma en un falso refugio y desde allí conquista a quienes buscan satisfacer alguna carencia. En ese contexto, y tras los 20 muertos en Buenos Aires por el consumo de cocaína adulterada, desde las capillas de cada barrio de la ciudad afirman que la situación es cada vez más preocupante.

“La droga siempre va matando gente, lo que pasa es que no las mata de golpe, como pasó ahora. Porque si no parece que la droga es inofensiva y ahora que pasó esto reaccionamos. Muchas veces la droga termina matando físicamente, pero antes mata a la persona, las relaciones, las ganas de tener proyectos. La droga es eso”, expresó el Padre Claudio Castricone, de barrio Tablada.

Asimismo, habla casi con resignación del incremento de la violencia en los barrios: “Hay dos cosas que se naturalizaron y no queremos que eso pase: la venta de droga y la violencia. Y los chicos saben dónde acudir para conseguirla, y después la violencia que hay en nuestros barrios”.

El párroco denunció además la connivencia política, judicial y policial: “Cómo encontraron fácil los bunkers donde se vendía la droga. Ahora porque lo buscaron y lo encontraron porque ahora estaban vendiendo esta cocaína envenenada, pero saben. Hay una connivencia política, judicial y policial, porque se sabe bien los lugares donde se vende. Lo mismo pasa en Rosario, se sabe bien, no hace falta que los vecinos hagamos las denuncias”.

Por último, el sacerdote pidió más compromiso del Estado para revertir el frecuente consumo de estupefacientes que cala en lo más profundo de nuestra sociedad.