María Eugenia Iribarren, Fiscal Regional de Rosario, presentó su renuncia formal al cargo bajo el fundamento de “falta de apoyo” y diferencias con la actual conducción del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Asumió el cargo de manera interina en el 2020 y, luego de un concurso en 2023, su mandato se extendía hasta el 2029.
Sin embargo, debido a los conflictos internos y la intervención parcia de la Fiscalía local, decidió presentar su renuncia, la que se efectivizará a partir del 1º de septiembre para tramitar su jubilación anticipada.
Desde el mes de marzo, las funciones de Iribarren fueron limitadas debido a la intervención de la Fiscalía de Rosario por presuntas irregularidades en la gestión del fiscal Matías Edery, vinculado a una causa que involucra a la banda Los Monos. Aunque la funcionaria dejó de liderar la Fiscalía de Rosario, continuó supervisando otras áreas del distrito, como Cañada de Gómez, Casilda, Villa Constitución y San Lorenzo.
Con más de 30 años de experiencia en el Poder Judicial de Santa Fe, Iribarren ha ocupado diversos cargos, incluyendo el de Fiscal de Cámara y coordinadora de la Fiscalía Regional Rosario. En 2020, asumió interinamente en medio de una crisis institucional por un escándalo de corrupción y en 2023 fue ratificada con el objetivo de reorganizar el MPA.
La renuncia de Iribarren se produce en un momento de cambios en la estructura judicial, mientras se negocian renovaciones en la cúpula del sistema.
El ministro provincial Cococcioni y el secretario de Justicia Mascheroni se reunieron recientemente con los ministros del máximo tribunal para discutir estos cambios, mientras que el juez Gutiérrez ha manifestado su deseo de mantenerse en el cargo y solicita más recursos.
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