El intendente Pablo Javkin volvió a defender la gestión de la secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru, quien mantiene un fuerte enfrentamiento con una parte del personal de la Dirección General de Tránsito. “No nos vamos a distraer con esto porque el tiempo es un gran corrector de las cosas”, expresó el titular del Palacio de los Leones con ánimo de bajarle el volumen a la polémica en que se vio envuelta una de sus funcionarias más activas.
Javkin fue consultado sobre este caso ante la ausencia de novedades de las últimas semanas, después de que saliera a la luz el conflicto entre Labayru e integrantes de Tránsito. En rigor, fue la propia funcionaria quien blanqueó el conflicto en el Concejo Municipal, a fines de mayo.
Ante los ediles de la comisión de Control, Convivencia y Seguridad dio a entender que había cortado con ciertas prácticas de corrupción en la dependencia municipal de Moreno y 27 de Febrero: dijo que detectó irregularidades tanto en la compra de repuestos de los vehículos del área como en la carga de combustibles. Unos días después el edificio de Tránsito amaneció empapelado con carteles con la imagen de Labayru y la leyenda “Persona no grata”.
“En las cámaras no aparece quién colocó los carteles, pero está claro que se trató de una operación, de cosas mugrientas de la politiquería”, expresó Javkin este mediodía sin intención de alimentar la disputa, en una línea que viene de la mano con el descenso de la exposición pública de Labayru y la aparición en los medios de su segundo, Ezequiel Brocchi.
“Nosotros marchamos firmes –siguió el intendente–. Carolina es una funcionaria ejemplar, con quien estamos cambiando cosas para que funcionen mejor. Muchos de esos cambios los hacemos con respaldo de los trabajadores”.
Luego planteó una queja por la reacción que tuvo la oposición cuando se conoció el caso, al entender que “la política debería acompañar estas acciones y no tratar de plantear como que está mal algo que está bien”. Y completó: “Se dejó entrever que la funcionaria estaba en falta por no haber denunciado un delito, pero no es así: la funcionaria cambió aquello que estaba mal para cuidar los recursos. Si yo veo algo que funciona mal y lo corrijo, no estoy obligado a denunciar un delito, que es lo que se pretendía desde algún sector”.
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