El líder narco, ya condenado por un homicidio en Villa Banana, aceptó su responsabilidad en balaceras, extorsiones y amenazas mafiosas.
Nelson “Pandu” Aguirre fue condenado a 30 años de prisión, este miércoles, luego de firmar un juicio abreviado en el que reconoció su rol como jefe de una célula de la banda del Viejo Cantero. Su sentencia unifica su condena previa por el asesinato de Javier Barquilla en 2015 con los nuevos delitos por los que fue imputado, desde balaceras a escuelas hasta amenazas y un intento de homicidio.
La Fiscalía, incluyó también el acuerdo con Gastón Figueredo, otro integrante de la banda. Éste recibió 4 años de prisión por su participación en la asociación ilícita.
El rol de Pandu en la estructura delictiva del Viejo Cantero
Aguirre operaba desde la cárcel de Coronda, donde tenía acceso a un teléfono celular y coordinaba las actividades criminales en barrio Triángulo, Vía Honda y otra zonas del sudoeste rosarino.
Desde la cárcel, ordenaba atentados con armas de fuego, gestionaba pagos, distribuía armas y venta de drogas. Luego, la banda cobraba dinero para permitir el narcomenudeo y exigía pagos por otras actividades, respondiendo con violencia ante cualquier incumplimiento.
Una de sus cómplices era Patricia Celestina Contreras, figura clave dentro de Los Monos, era encargada de pagar a los sicarios que ejecutaban los ataques organizados por Aguirre.
Una década de delitos y carrera criminal
En 2015, lo condenado por el asesinato de Javier Barquilla, un albañil de 37 años que intentó defender a su cuñado en Villa Banana.
Su primer juicio abreviado incluyó tres robos calificados y amenazas coactivas cometidos entre noviembre de 2014 y enero de 2015.
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