Otra vez se produjo un violento asalto en la autopista Rosario-Córdoba a la altura del puente de Wilde. Tres amigos que viajaban en auto para disfrutar la noche de sábado fueron víctimas de dos asaltantes que los emboscaron, encañonaron y les robaron todas las pertenencias. “A mi hijo le gatillaron y no salió el tiro”, expresó con angustia Gustavo Calamari, el padre de uno de los jóvenes.
A través de una publicación en la red social Facebook, ensayó un relato de la pesadilla que le tocó vivir a su hijo de 19 años con sus dos amigos. “Salieron rumbo a Rosario para divertirse. En la autopista a la altura del puente de Wilde cruzaron piedras en buena parte de las dos manos. En las banquinas colocaron fierros, para que el conductor no tenga posibilidad de esquivarlas”, contó Calamari.
“Y obviamente al chocar esos adoquines reventaron el neumático delantero. Cuando lograron controlar el auto y detenerse en la banquina estos asesinos los apuntaron con un revólver y un cuchillo. Obviamente les robaron todo, celulares, billeteras, mochilas, camperas… Todo, absolutamente todo”, lamentó el padre del automovilista asaltado.
Los tres amigos quedaron en plena oscuridad de la autopista hasta que se detuvo una camioneta Kia de color gris para asistirlos. Llamaron al 911 para que envíen un patrullero a la autopista. “Fueron buena gente porque también estaban a merced de estos delincuentes. Los tres chicos están bien en su estado físico, pero con un susto que les va a costar superar”, reconoció Gustavo.
Pero la pesadilla no terminó ahí ya que cuando se produjo la llegada de un patrullero proveniente de la comisaría de Funes, se escucharon cinco tiros en plena oscuridad. “Como no era jurisdicción de Funes, mi hijo y sus dos amigos cambiaron el neumático y los escoltaron a la subcomisaría 22° y en las fotos nos vamos a dar cuenta de la desidia, el desinterés, las pocas ganas, la falta de vocación de servicio o quizás la bronca hacia sus superiores porque las condiciones que trabajan son pésimas. Da vergüenza trabajar en ese lugar sucio, vidrios rotos, cielo raso caído, patrulleros rotos”, describió Gustavo en su publicación.
“Hasta cuándo hay que seguir aguantando. La camioneta policial que tiene que estar arriba del puente (de Wilde) no está a la noche. Creo que nos están agarrando para la joda y esto nos va a costar caro. No le arruinemos la juventud a nuestros pibes, no nos quedemos callados cuando tengamos que lamentar alguna muerte y ya vaya a ser tarde”, concluyó el padre de una de las víctimas.
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