Este domingo, el Macro comenzó su esperada renovación. Tras casi un año desde el anuncio del proyecto ganador, ideado por los arquitectos Florencia Meucci y Manuel Cucurell bajo el título "Paint is not dead" ("La pintura no está muerta"), los Silos Davis empezaron a tomar un tono rosa. La propuesta destacaba por la importancia de la ejecución de la fachada, que se pensaba como un hecho performático más allá de una "forma final".
Durante el primer día de pintura, cientos de rosarinos presenciaron el proceso mientras disfrutaban de la calle recreativa o descansaban en el parque. No obstante, las condiciones climáticas adversas de los días siguientes afectaron la continuidad de la obra. Los vientos hicieron que la pintura rosa, aplicada mediante un dispositivo especial, se esparciera más allá de la superficie del edificio, alcanzando la vereda y los árboles cercanos. Incluso, algunos transeúntes y autos que estaban en el sector recibieron salpicaduras de color.
A pesar de algunas quejas en redes sociales, se espera que la Municipalidad de Rosario anuncie próximamente las tareas de limpieza y explique cómo continuará el proyecto de pintura.
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