Quince años después de su implementación, el Plan Integral de Movilidad de Rosario se enfrenta a un proceso de actualización.
Desde el Concejo Municipal se impulsó una propuesta para revisar de forma completa la red de ciclovías y carriles exclusivos, antes de avanzar con nuevas obras. El objetivo es detectar fallas en la infraestructura actual y corregirlas, especialmente en los tramos que representan un riesgo para la circulación en bicicleta.
Uno de los puntos críticos identificados es la ciclovía de avenida San Martín, que se interrumpe abruptamente al llegar a Boulevard Seguí. Esta discontinuidad obliga a los ciclistas a circular por la avenida sin protección durante varios metros, generando una situación de riesgo elevada en una zona de alto tránsito vehicular.
Otro sector observado es la ciclovía de calle Rioja, que actualmente cubre apenas siete cuadras y pierde sentido como conexión útil para los ciclistas. A su vez, la intersección de Avellaneda con Carballo también fue señalada por la peligrosidad que implica el cruce completo de la calzada para retomar la vía ciclista.
La revisión busca poner el foco en la calidad y seguridad de los 205 kilómetros de ciclovías existentes, antes de alcanzar los 300 kilómetros proyectados por el Plan Local de Acción Climática Rosario 2030.
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