Por la rápida intervención de una vecina, la policía logró detener la agresión de un ex gendarme a su mujer

Elvira logró escapar corriendo desesperada de los golpes de su agresor, su propio marido, gracias al pronto accionar de una vecina que había escuchado los gritos de auxilio cuando el calvario se había desatado. El hecho ocurrió en Pueblo Esther.

Débora, la vecina, intentó mediar entre la pareja para que el hombre dejara de agredirla, pero fue en vano. “Empecé a sentir gritos, ‘soltame, dejame’ y se quejaba de dolor. Cuando salgo, veo al marido que la estaba golpeando. Me asomo y le digo ‘que está haciendo’, y el hombre se notaba que estaba en ropa interior, vuelve a la casa y la señora aprovecha a salir hacia donde yo estaba”, relató la vecina. Y aseguró que el hombre la golpeaba con un fierro.

Cuando la policía llegó al lugar, el agresor intentó arrastrar a Elvira al interior de la vivienda, y fue frente a esa escena y ante el grito de los vecinos que portaba un arma, que los agentes redujeron al violento en el piso. Al parecer el agresor sería un ex gendarme.

Las agresiones y los maltratos vienen de años, según le ha manifestado Elvira a su vecina. Pero el temor a perder la vida, la ha dejado inmovilizada. El hombre ha impartido terror en el barrio y hasta ha llegado a amenazar con que los tiene bajo la mira de un arma a través de la ventana.

Los oficiales a cargo, se llevaron a la mujer a la seccional para tomarle declaración y constatar las marcas en el cuerpo, producto de los golpes. En la vivienda se secuestraron 14 armas de fuego de diferentes calibres y una importante cantidad de municiones.

Ahora los vecinos piden protección para la mujer que quedó sola en la vivienda y para todo el vecindario. Al hombre con 77 años le correspondería prisión domiciliaria, pero correría peligro la vida de Elvira. A días de la violenta situación, la casa permanece cerrada, y sin rastros de la familia de la mujer.