Dictaron prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para Damián Reifenstuel, el último de los tres acusados por el crimen de Ivana Garcilazo, la joven hincha de Rosario Central asesinada tras un clásico en septiembre de 2023.
Durante la exposición, el fiscal Lisandro Artacho aseguró que la causa cuenta con evidencia sólida, entre ellas al menos cinco testigos presenciales que brindaron un relato coincidente sobre el ataque. “Tenemos mínimo cinco testigos del hecho, muy claros, que vieron a tres personas arrojando piedras”, afirmó. Una de esas baldosas impactó en la cabeza de la víctima cuando circulaba en moto, provocándole la muerte en el acto.
Reifenstuel fue capturado en Bolivia tras permanecer más de un año prófugo. La fiscalía reconstruyó su recorrido que comenzó en Rosario hacia San Nicolás, luego a Salta y finalmente hacia la frontera con Bolivia. Ingresó al país por medio de vías irregulares ya que su ingreso no se registró y, una vez en territorio boliviano, el acusado adoptó una nueva identidad y consiguió trabajo.
En la audiencia, Artacho también planteó el carácter del crimen como un acto de violencia intencional vinculado al fútbol: “Es un crimen de odio. Ellos la querían matar por pertenecer al club Rosario Central”, afirmó.
Con la imputación formal y la prisión preventiva de Damián Reifenstuel, la causa avanza hacia su etapa final. Ya se encuentran procesados los otros dos acusados, Ariel Cabrera y Juan José Massón, quienes fueron detenidos meses atrás.
El crimen ocurrió el 30 de septiembre de 2023, luego del resultado del clásico entre Rosario Central y Newell’s.
Ivana Garcilazo, hincha del club canalla, circulaba en moto por la zona del parque Independencia cuando fue atacada a piedrazos por al menos tres personas. Una de las baldosas impactó en su cabeza y le provocó su muerte en el acto. La agresión estuvo vinculada a la rivalidad futbolística.
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