En pocos días cambiará la fisonomía de la ex Zona Franca de Bolivia. El Municipio comenzó con las tareas de remoción de chatarra y galpones que allí se encuentran desde hace varios años. La limpieza del lugar está a cargo de una empresa tercerizada que paga un canon de 15 mil pesos por tonelada de hierro y chapa que retira del predio.
“Se trata de una obra que tiene 60 días de duración y estamos casi en la mitad de ese proceso. Ya llevan retirados 275 toneladas. Hay certificaciones consolidadas y el depósito de los valores que eso representa. Hubo un concurso de precios porque quién lo retira le paga al valor de la chatarra al Municipio”, explicó Gustavo Zignago, secretario de Gobierno de la Municipalidad.
“Queda una parte importante que está volcada sobre el margen del río: los rieles del ferrocarril que se desmoronaron durante el transcurso de tantos años sin uso. Es un pesaje que nadie se animó a predeterminar. Estamos a la expectativa de cuando el material sea pesado en las balanzas oficiales”, añadió el funcionario.
Zignago señaló que el intendente Pablo Javkin decidió que esos fondos “sean destinados al área de salud pública, a raíz de la pandemia que estamos atravesando”.
Una vez despejada la zona, comenzarán las tareas de acondicionamiento del suelo y desmalezamiento del terreno. “El destino será otro balcón con vista al río después de tantos años de postergaciones”, concluyó Zignago.
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