Tecnología
Europa aprueba el "derecho a reparar para combatir la obsolescencia"
La Unión Europea (UE) avanza en su plan para obligar a los fabricantes de dispositivos electrónicos a ofrecer precisiones sobre la vida útil de los productos, además facilitar la reparación y reutilización de los mismos.
En ese marco, el Parlamento Europeo aprobó el denominado “derecho a reparar”, que establece una serie de normas a las que deberá ajustarse la industria y que se mueven en el sentido opuesto a la obsolescencia programada y no informada.
Con esta movida, la UE responde a un reclamo de larga data en el viejo continente. Según una encuesta realizada en 2014 por aquel organismo, el 77% de los europeos considera que los fabricantes deberían estar legalmente obligados a facilitar la reparación y/o el reemplazo de componentes.
Los detalles
El texto aprobado procura que se establezca un etiquetado obligatorio en los dispositivos (similar al energético) que proporcione “información clara, inmediatamente visible y fácil de entender para los consumidores sobre la vida útil estimada y la capacidad de reparación de un producto al momento de la compra”.
Las nuevas normas apuntan a que las reparaciones sean más accesibles a través de la ampliación de garantías generales, así como de las piezas reemplazadas. Además, buscan allanar el acceso a la información por parte de los compradores en cuanto al mantenimiento y posibles reparaciones.
En ese orden, la propuesta apoya a los mercados de segunda mano y a la producción sostenible. Por otra parte, en línea con un pedido que también se ha repetido en los últimos años, piden la adopción de un sistema de carga común para reducir la basura electrónica.
La resolución también propone una mayor disponibilidad de instrucciones de reparación y repuestos tanto para talleres independientes a las compañías como para consumidores.