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“Fui realmente feliz”: Un pintor cumplió su sueño de la infancia y conoció el mar a los 48 años
Los sueños se hacen realidad con base en esfuerzo y dedicación: así lo tiene de claro Daniel, un pintor paraguayo que a sus 48 años de edad conoció el mar, meta que tenía desde que era un niño cuando empezó a trabajar.
Los años pasaron y el sueño de conocer el mar parecía no estar al alcance de Daniel, pero una sorpresa de su esposa lo hizo llegar a esa meta. Y es que ambos pasaron años ahorrando dinero para poder pagar su pasaje y su hospedaje por tres noches. Fueron días de emoción.
“No pegué un ojo en todo el viaje. No quería perderme ningún momento. Salimos de casa a las 05:00 y a las 07:00 nos subimos al ómnibus. Me esperaban cinco horas de viaje y veía que la gente dormía. Pero yo no pude”, contó Daniel.
Vivió su infancia junto a sus cuatro hermanos y sus padres en Florencio Varela. De familia paraguaya, le inculcaron la cultura del trabajo y el sacrificio, mandatos que él respetó a rajatabla.
Miren mi felicidad!y no me daba cuenta!!es mi felicidad a pleno 😁que hermoso recuerdo!!nunca me voy a olvidar! pic.twitter.com/fwoCKMUr7M
— siempre del lado del trabajador! (@Danidecambiemos) March 23, 2022
Su papá era pintor y su mamá ama de casa. No había plata para vacaciones porque había bocas que alimentar. Así se crió este hombre de 48 años que heredó la profesión de su padre. Cuando fue creciendo y trabajando pudo hacerse una casa en un asentamiento también en Florencio Varela. Pero fue víctima de un violento asalto y se fue.
“Tenía una casa muy humilde, que se la di al mejor postor y me fui a vivir con mi actual pareja a Wilde. A ella le conté que tenía el sueño de conocer el mar y un día me dio la sorpresa. Mi familia era muy humilde y no teníamos vacaciones”, recordó con nostalgia Daniel.
Finalmente, Daniel cumplió su sueño: una vez que llegó a la playa se dirigió al mar porque conocía a la perfección el significado que tenía cumplir su meta: “La emoción que sentí no la puedo explicar con palabras. Volví a ser un chico. Jugué con las olas y fui realmente feliz”, dijo.
Daniel no quiso contar si tiene más sueños por cumplir, sólo pidió que la gente le dé trabajo.
“Soy buen pintor, cumplidor y honesto. Esta semana no tengo ninguna obra, por eso necesito algo más estable y con continuidad. Por suerte mi pareja tiene un sueldo fijo. Ella trabaja en casa de familia con cama adentro. Quiero salir adelante con trabajo y esfuerzo, como me enseñaron mis padres”, concluyó.