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La mala fortuna de una pareja que hace una década ganó en la lotería US$ 205 millones
La historia de Adrian y Gillian Bayford se remonta a agosto de 2012 cuando se hicieron acreedores de uno de los mayores premios de Euromillones en la historia.
Al cobrar el premio se mostraron muy felices, sonrientes y brinando con champán. Enseguida, y junto a sus dos hijos, realizaron viajes, se compraron autos y realizaron donaciones a organizaciones benéficas.
Ya cumplidos sus deseos iniciales, decidieron empezar a analizar cómo invertir su fortuna.
Su nueva vida de millonarios los lleví a separarse un año y medio después, entre rumores de infidelidades.
Gillian abandonó su trabajo en el pabellón infantil de un hospital e invirtió sin pexito en diversos negocios.
Y su vida se complicó aún más al ser condenada por agredir a un examante, antes de casarse con un estafador y tener un bebé a los 48 años, según RT.
En tanto, Adrian siguió trabajando en una tienda de música en el condado de Suffolk y en 2017 se comprometió con una mujer 16 años más joven, aficionada a los caballos.
Al poco tiempo ella lo abandonó, escapando con cientos de miles de dólares en caballos, un coche de alta gama y los dos perros que tenían.
Entonces decidió invertir varios millones de dólares en 38 casas de alquiler con el fin de obtener una renta, pero contrajo deudas y problemas económicos que acarrea hasta la actualidad.
Por estos días intenta vender una mansión valorada en unos 9 millones de dólares que adquirió hace nueve años, ya que a fines de 2019 compró una casa en Escocia para estar más cerca de su exesposa e hijos.
Según los medios locales, la propiedad deshabitada desde entonces ha sufrido un gran deterioro por la falta de mantenimiento y el dueño ya tuvo que solucionar varias ocupaciones ilegales.