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Procrastinación: “lo dejo para mañana”
¿Por qué aplazamos lo que tenemos que hacer a sabiendas de que después puede ser peor?
"En primer lugar esas postergaciones que no son intencionales, que nos generan culpa o angustia tienen que ver con una incapacidad de controlar los impulsos y las emociones. Tratando de buscar un bienestar momentáneo priorizamos nuestro placer inmediato por sobre las consecuencias a futuro", explicó la psiquiatra Natalia Fontana.
Para muchos, la procrastinación en su vida es la principal barrera debido a que esas tácticas dilatorias afectan el progreso hacia un cambio positivo.
La procrastinación está relacionada mayoritariamente con gente perfeccionista a la que se le deposita mucha expectativa o bien a jóvenes. Para tratar de evitar la falta de voluntad constante, en primer lugar, hay que reconocer este problema que lleva a limitar de manera notable la productividad y causa a nivel emocional efectos negativos produciendo disminución de la autoestima.
"Evitar juzgarnos, para luego hacernos cargo y acordarnos de lo importante de la tarea que tenemos que realizar y comprometernos buscando la manera de lidiar con estos comportamientos para que sean funcionales. Valorar y verificar las prioridades, perseverar y tratar de ser constante para generar el impulso que nos permita ir superando esa permanente procrastinación", son los consejos de la profesional.
"Si el inconveniente persiste, se requerirá de un profesional especializado que podrá ayudar a mejorar la calidad de vida, para que se pueda comenzar a dedicar tiempo a las cosas que requieren mayor atención", concluyó.