Tecnología
Una psicóloga y sus alumnos intentaron el experimento de no usar smartphones ni redes sociales
Clara Oyuela es una psicóloga, docente y escritora porteña que hace 8 años vive en San Martín de los Andes. En 2018 decidió realizar un experimento, con ella misma como protagonista, sobre el uso de redes sociales y teléfonos celulares en general. Es así que, en ese entonces, estuvo un mes “desconectada” de los medios digitales.
La idea surgió cuando se dio cuenta de la cantidad de tiempo que perdía en mirar historias, dar “me gusta” a publicaciones, realizar comentarios y reaccionar a posteos de otras personas.
Entre febrero y marzo de 2018, cuando su hija Miranda tenía seis meses y Oyuela llevaba mucho tiempo durmiendo mal, el cansancio mental hizo que su decisión fuera rotunda: “Sentía que la falta de sueño había transformado mi vida en un caleidoscopio, donde todas las imágenes, sensaciones y palabras se amalgamaban unas con otras”, escribió. La psicóloga registró sus vivencias en aquellos días y fueron publicadas en un diario local a modo de crónicas.
Al respecto, cita una reflexión del filósofo Darío Sztajnszrajber sobre las redes: “Me parece una práctica muy conservadora que frente a la novedad se estigmatice a lo nuevo y se le coloque a la novedad todo eso que venimos trayendo desde siempre. Ahora, el gran problema es la informática, que genera falta de valores, vaciamiento del sentido, inseguridad. Todo eso ya existía desde siempre, pero no nos hacemos cargo del mundo del que provenimos”.
Repetir el experimento social
Ahora, en pleno 2022 y luego del increíble incremento de las actividades online fruto de la cuarentena mundial, la docente le propuso a sus alumnos de 16 años de la escuela donde es profesora, vivir la mismo experiencia de desconexión total por una semana, pero en un acuerdo con el gabinete psicológico, decidieron que solo fueran 3 días y medio.
Sin embargo, a Clara no le fue fácil llevar a cabo su experimento, en varias ocasiones ni siquiera ella pudo terminar de aislarse de la tecnología. No logró evitar usar WhatsApp alguna que otra vez, y como mínimo apeló a usar un celular viejo sin internet para comunicarse con su marido y amigos.

La psicóloga concluyó que “el uso de los celulares se nos fue de las manos y que es necesario tomarse un momento, frenar y reflexionar realmente sobre el uso que les damos. Y como padres debemos saber en qué momento nuestros hijos pueden tener el celular y a qué edad. Debería, lo digo utópicamente, usarse casi con el mismo cuidado que un vehículo, que necesita de un carnet para ser conducido”.
Desde hace unos días está concentrada en la presentación de su segundo libro, que pronto estará a la venta en todo el país.