Cuando los pies hablan de nuestra salud: qué dolencias pueden detectarse a tiempo con una visita al podólogo

El podólogo no solo se ocupa del cuidado estético de los pies, sino que es un especialista en la salud integral de las extremidades inferiores, capaz de prevenir y tratar afecciones como callosidades, uñas encarnadas, verrugas, deformidades y problemas de apoyo del pie. Además, puede detectar síntomas que indican enfermedades graves y derivar al paciente para estudios adicionales.

La profesora licenciada Leticia Cagnacci, vicedirectora de la carrera de Podología de la UBA, explica algunas de las condiciones que pueden identificarse en los pies:

• Arteriosclerosis: uñas azuladas o muy blancas y piel reseca pueden alertar sobre problemas de circulación.

• Insuficiencia venosa: venas varicosas e hinchazón en pies y tobillos indican dificultades circulatorias.

• Problemas respiratorios o cardíacos: el dedo en palillo de tambor o uñas con forma de vidrio de reloj pueden reflejar trastornos de estos órganos.

• Diabetes: heridas que no cicatrizan y pérdida de sensibilidad en pies son señales típicas; se recomienda usar medias blancas del revés para detectar lesiones.

• Psoriasis: pequeños hoyuelos en uñas o engrosamiento de las mismas.

• Falta de vitamina A: uñas blandas o débiles pueden alertar sobre déficit nutricional.

• Dermatitis atópica y micosis: inflamación, picazón o erupciones en la piel.

• Cáncer de piel: melanomas pueden aparecer en la planta de los pies, un área poco observada por los pacientes.

• Esclerodermia y lupus: engrosamiento de uñas, síndrome de Raynaud y deformidades articulares.

• Gota: dolor intenso en el hallux por acumulación de cristales de ácido úrico.

• Trastornos hormonales: hipotiroidismo o menopausia pueden generar hinchazón, sequedad y uñas quebradizas.

Entre las consultas más frecuentes, Cagnacci destaca la importancia de la correcta relación entre alto de taco y suela (57% y 43%) para una distribución equilibrada del peso. También recomienda movilizar la planta con una pelota de tenis para quienes pasan mucho tiempo sentados y cuidar que los niños usen calzado propio y adecuado, evitando heredar zapatos que puedan causar deformidades por mala pisada.

En definitiva, una consulta con el podólogo no solo cuida los pies, sino que puede ser una alerta temprana de enfermedades graves, permitiendo un tratamiento oportuno y evitando complicaciones futuras.