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El debate de la presencialidad en la escuela desde la mirada de una especialista en niñez
Pero, cómo afectó a los niños no haber podido ir a la escuela durante un año, cuáles son los pros y los contras de la presencialidad, es viable un sistema mixto entre virtualidad y asistencia.
“Los niños manifestaron la ausencia en el aula desde lo social, desde extrañar el lugar adonde se encontraban con sus pares, sobre todo porque muchos no tuvieron otros espacios. Los menores de 12 años recién pudieron compartir algo similar a la sociabilización que se da en la escuela hace poco tiempo cuando se le permitió realizar algún deporte”, explicó a Telefe Rosario la psicóloga, Verónica Enseñat, especialista en niñez y agregó: “Por otro lado, a la mayoría les costó mantener la virtualidad, como Zoom, algunos por timidez otros porque se sentían intimidados. Es muy distinto a estar en el aula adonde se comparte el cara a cara y la mirada del docente es más abarcativa”.
Los alumnos también se vieron afectados a nivel pedagógico porque no todos estuvieron en igualdad de condiciones ante la virtualidad. “Hay chicos que pudieron mantener de manera metódicas las clases y otros que no, algunos recibían actividades una vez a la semana. El niño fue perdiendo determinadas rutinas y costumbres, además al no tener docente como referente, que era quien impartía determinadas reglas para que se cumplan en la escuela, todo quedó acotado a mamá, papá o personas a cargo. Con el regreso de cada uno a sus trabajos, muchas veces esta función quedó delegada al hermano mayor. Se desdibujan lo que significa la escuela en relación a la casa”, explicó la profesional.
Esta situación llevó a que lo niños en los últimos tiempos opusieran mayor resistencia en llevar adelante las clases online. “Siempre va a ser mejor la presencialidad, teniendo en cuentas los protocolos. Tenemos que amigarnos con este sistema bimodal, entre estar presente en el aula y la virtualidad. Tenemos que aprender a convivir con esta situación, acompañar a los niños, contenerlos. Este camino nuevo lo vamos a recorrer, padres, alumnos, directivos, niños. Todos estamos comprometidos en esto”.
“Si la opción para que los niños no pierdan el contacto con el proceso de aprendizaje es una online hay que tomarla, si va se van a realizar con algunos encuentros presenciales también hay que aceptarlo. Debemos hacer que sean potables posibles. Y recordemos que los niños son capaces de respetar los protocolos porque todos ya lo vienen vivenciando en sus hogares y porque son permeables a todos las enseñanzas”, concluyó.