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El “tarifario” de la mafia narco
En "El Noticiero de la Gente”, Guillermo Zysman analizó la trama oculta de las balaceras en Rosario, luego de otro fin de semana atravesado por la violencia en las calles.
“La realidad es que el problema de la inseguridad no se va a resolver de un día para otro, pero hace falta responsabilidad y mesura al momento de ocupar un cargo tan importante como el del Ministerio de Seguridad”, indicó el periodista.
Vale señalar que las balaceras tienen una multiplicidad de causales y de explicaciones. Y, en rigor, hay una unidad fiscal especialmente creada en la Fiscalía de Rosario para investigar este tipo de delitos.
“Estamos en un promedio de 7 balaceras por día. Es decir, hay jornadas donde son más y, en otras, baja, pero no deja de ser una cifra impactante. Hay varias bandas que están siendo investigadas e involucradas, donde la mayoría de los jefes operan desde la cárcel”, explicó Zysman en su análisis.
“Aquí hace falta que con celeridad el Servicio Penitenciario y la Justicia inhiban los teléfonos, porque aún detenidos, estas personas siguen delinquiendo: ordenan ataques a edificios públicos, intimidan y generan pánico en la población”, agregó.
En efecto, la actuación de los sicarios tiene una lógica: “Están cobrando $3.000 por una balacera y no es una actitud delincuencial que esté exenta de peligro, podés cometer un crimen más allá de una intimidación”, aseguró.
Y amplió su comentario haciendo referencia a los otros delitos que atraviesan al sicariato en Rosario: “Respecto a las deudas que no se cobran, hay una red de prestamistas de origen extranjero que cobran tasas usurarias y tienen prácticas muy violentas. La intimidación, la usurpación de viviendas, que pueden tener como propósito utilizarlas como bunker narco o bien para que se instale una banda. El monto puede llegar a los $50.000 o directamente estamos hablando de un homicidio”.
“Desde Fiscalía nos comentaban que hay gente que comete estos delitos, con empleo formal y registrado, que quizás gana $30.000 y le ofrecen $50.000 para matar a alguien”, remarcó.
“En Rosario está pasando lo mismo que ocurrió con los “soldaditos”, donde a esos chivos les resulta más rentable lo que le ofrecen para ser “soldaditos”, y ahora acurre lo mismo con el sicariato. Lamentablemente, Rosario está atravesada por una violencia inusitada, tal vez como en ninguna otra urbe importante de la Argentina”, concluyó Zysman.