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Gestos que sí: los carteles y el cariño de los clientes a dos comerciantes contagiados de Covid
"Alfredo y Diego, vamos, estamos con ustedes, acompañándolos", dice uno de los carteles pegados en la cortina del negocio de la electrónica Okinawa en el centro de San Luis. Son los clientes y vecinos que ruegan que los dueños se recuperen de coronavirus. Diego este lunes volvió a su casa. Alfredo aún está internado.
La historia es la contracara de muchos gestos discriminatorios y ataques que se dan a lo largo del país cuando algún grupo se entera de un caso positivo de Covid-19.
"Hay que ser positivos, yo creo en Dios, recibí tantas buenas vibras que sabía que iba a estar bien", expresó Diego Miyagusuku (42), casado con dos hijos, al volver a su casa luego de haber estado internado 17 días en el Hospital de San Luis. Había ingresado positivo el 28 de agosto.
"Estuve complicado con el virus, con neumonía grave, con oxígeno tres días pero no llegué al respirador", agrega. Se había contagiado en el negocio de electrónica que abrió sus puertas en 1993 y comparte con su primo, Alfredo Arakaki (61), que también se contagió y sigue luchando contra la enfermedad.
Diego cuando fue internado grabó un video desde el Hospital en donde pedía a sus clientes y amigos que se presentaran al sistema de Salud para determinar la trazabilidad. El vídeo se viralizó en las redes cuando en San Luis ya comenzaban a sumarse casos a raíz del comienzo de la circulación comunitaria del virus.
La actitud de Diego conmovió a sus clientes y vecinos quienes comenzaron a dejarle carteles de aliento, donaciones de alimentos y dinero para que su familia pudiera salir adelante. A los pocos días su esposa y sus dos hijos también fueron internados. Toda la familia quedó asistida en una única sala en el mismo hospital. Ahora todos ya están juntos en su hogar.
(Fuente: clarin.com y elonce.com)