Locura sin límites. Violento ataque a dos mujeres dentro de una casa

Las manchas de sangre están por toda la casa. Son de Francisco, un joven de 19 que enfrentó a un delincuente que intentaba "violar y matar" a su hermana y a otra amiga que estaba de visita. Un abusador agresivo y enajenado que se les metió en la vivienda durante la tarde.

El estado en que quedó la casa da escalofríos porque es el reflejo de la violencia ejercida por este hombre que tenía entre 30 y 40 años. Esta todo roto, revuelto. Fundamentalmente el baño, que es donde se encerraron las mujeres con el nene de 4 años para protegerse del violador que intentaba tirar la puerta abajo para entrar.

El agresor nunca tuvo intenciones de robo. No pidió plata ni objetos de valor. Estaba descalzo y bajo los efectos de la droga. Su único objetivo fue ejercer violencia psíquica y física con las mujeres que estaban en casa. Y aparentemente ya había intentado abusar de una chica a la mañana en la zona de Seguí y Felipe Moré.

“No quería robar, me decía ‘te voy a matar, te voy a violar’. Y me encerré en el baño con mi hijo y mi amiga. Por suerte no pasó nada y no pudo entrar al baño. No sé de dónde saqué fuerzas”, contó angustiada Candela, una de las víctimas.

“Si entraba al baño, hubiese sido un desastre todo. Estaba descalzo y se fue caminando”, agregó. “Tengo miedo”, finalizó Candela, quien lo vive en el cuerpo tal como si hubiese pasado.

Por su parte, Francisco, el joven que defendió a su hermana y su amiga, tiene cortes profundos provocados con vidrios por el agresor y perdió mucha sangre, pero si no fuera por él, el desenlace podría haber sido otro. “Escuché muchos gritos y encontré que había una persona que no era de la casa ni del barrio. Rompió los vidrios y se quería meter en el baño y maniobrando lo pude sacar, contó Francisco, el hermano de la víctima.

Al momento no está identificado ni detenido. Las víctimas van a hacer la denuncia porque hay una persona suelta que intentó cometer este tipo de locuras.

La zona de las vías de Seguí y Felipe Moré, donde está ubicado el pasaje Chancay, está obstruida por un paredón, ya que quedaron encajonados por vallas de cemento que no permiten el tránsito.