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Piden quórum para tratar la Ley de Etiquetado Frontal: “nadie quiere prohibir alimentos”
Desde hace años, distintas organizaciones civiles impulsan un proyecto para promover la alimentación saludable. Lleva el nombre de Ley de Etiquetado Frontal. Sin embargo, la Legislatura no lo ha aprobado, los impulsores de la iniciativa manifiestan temor de que no tenga quórum y perder estado parlamentario. Ante la situación, la Licenciada en Nutrición Virginia Yodice recordó los beneficios que otorgaría el proyecto.
“Ayer fue un día agitado, yo formo parte de grupos para buscar la concientización de esto. Se generan movidas desde organizaciones civiles y nutricionistas. Siempre trato de pensar que hay quórum. El problema es que pierde estado parlamentario. Es un proyecto muy democrático, no pertenece a ningún bloque. Legisladores de distintos colores se unieron: este proyecto sería superador para América Latina”, marcó Yodice en diálogo con Buen Santa Fe.
Además, recordó que el proyecto “tiene cosas muy buenas. Esta Ley brinda información: nadie quiere prohibir alimentos. Todas las semanas recibo más adolescentes con presión, insulino dependencia, diabetes por la forma en que viven, no por mala suerte. Todo el azúcar agregado que está en todos lados, la sal, la grasa, empieza a generar un enemigo oculto que son las enfermedades silenciosas, transmisibles. Cada vez son más las personas. Esto podría mejorar si la gente tuviera información. Muchas veces no saben lo que están comiendo y las empresas, al etiquetarlo distinto, empiezan a cambiar la composición de sus productos”.
En cuanto a los cambios que introduciría en el envase de cada producto, señaló que introduciría “un octógono negro, se va a poder identificar si supera la porción que deberían consumir. Es una herramienta de consumo. La ley también contempla que en las escuelas no se puedan vender alimentos que tienen alimentos con sello. Está contemplado que no se va a poder comercializar alimentos que tengan sellos: en vez tener un alimento con 20 gramos de azúcar por porción, le pondrán diez o 5. Todo va a cambiar. Este proceso de necesitar cada vez más azúcar es un problema de salud pública”.
“Hay alimentos que uno tiene identificado como que tiene una carga extra, pero la realidad es que el 80% de las góndolas tienen exceso. Uno está consumiendo el doble o triple de sal por día. La gente no sabe la cantidad de sal que tienen las cosas. En términos económicos no hubo impacto negativo en la industria en Chile, se estudió. Esta medida no te obliga a nada, te da información. No se pierden puestos de trabajo, vamos a poder tener noción de lo que estamos comiendo y elegir mejor. Nadie te dice que no comas una cosa u otra. Hay que empezar a moverse más y comer mejor. Por eso es importante el derecho a la información”, cerró.