Precios engañados

El periodista Guillermo Zysman hizo hincapié sobre un tema que muchas veces pasa desapercibido y los consumidores no prestan atención. 

La extensión de precios cuidados y de precios máximos parece un decálogo de buenas intenciones, pero después en la práctica, en el interior del país, en las grandes ciudades no se da.

Los supermercados rosarinos están denunciando que cuando los proveedores le traen los productos de mayor demanda se encuentran con que ese precio de referencia no se respeta y que hay por ejemplo un cambio en el código de barra, entonces de esa forma saltean la regulación nacional, los controles de precios y también aparecen los cambios en el packaging en el envoltorio, en el envase, puede haber menos pesaje, a lo mejor lo que antes costaba $100.- pero tenía 500 gramos; ahora cuesta $105.- pero además trae 400 gramos, con lo cual se paga mucho más que $5.- de adicional, porque se paga más por menos producto.

Esto es lo que están denunciando los grandes supermercados de Rosario, de capitales locales. Se encuentran con esa dificultad, para que la industria fundamentalmente saltee la regulación estatal.

Por eso quizás se han visto subas muy importantes, incluso con un cambio de rótulo, por ejemplo, los aceites tal vez ponen que tiene una mayor carga de óleo, o si es yerba que es de la alta montaña, pero en realidad es la misma yerba que una persona venía consumiendo hasta la semana pasada. Todo producto de la avivada.

Y lo que regula el gobierno es de un 20%, no es menor, es una suba significativa fundamentalmente en algunos productos como, harinas y los derivados, galletitas, pastas, los aceites, con todo lo que implica, y también la yerba mate, las infusiones y todos los productos de limpieza y de higiene personal que están subiendo a niveles astronómicos, casi sin detenerse.

Los grandes supermercados de Rosario están planteando también que los precios regulados escasean, que no se consiguen en las góndolas, que hay muy poco, que no hay mucha variedad, y que la industria en realidad plantea que el gobierno lo que plantea como acuerdo es inviable.

Con inflación galopante como la que tiene el país, 36% en 2020, con una inercia para este año del 40%, algunas consultoras dicen el 50% y para la industria alimenticia es imposible cumplir lo que el gobierno les impone de los precios que se intentan imponer.
Obviamente hay una producción a la pérdida en un contexto inflacionario y en el medio el que pierde siempre es el consumidor.

Hay que tener atención, no convalidad cambios en el packaging, en el envase, pesaje, con el mismo precio porque en realidad. El consumidor va a estar pagando demás y son “precios engañosos”.

El momento indicado para control es en la góndola, mirando producto por producto porque después en la caja hay mucha inmediatez, mucha demora, celeridad de lo que pide el cajero así que lo ideal es en la góndola, mirar lo que se venía pagando y en todo caso denunciar en la Secretaría de Comercio Interior.