Rosario y la región

Año Nuevo y verano con olas de calor y tormentas aisladas: ¿Qué nos espera?

El próximo miércoles 31 de diciembre, se espera que la temperatura alcance los 40 grados, marcando un récord en lo que va de la temporada

Por Telefe Rosario

Año Nuevo y verano con olas de calor y tormentas aisladas: ¿Qué nos espera? | Rosario y la región
Rosario y la región: Año Nuevo y verano con olas de calor y tormentas aisladas: ¿Qué nos espera?

La meteoróloga Vanessa Balchunas explicó en diálogo con La Capital, que esta tendencia de calor extremo será protagonista en un verano que promete ser de temperaturas elevadas y chaparrones aislados.

Desde ya, el inicio del año trae consigo un período en el que el calor se sentirá con fuerza en buena parte del país. Los días serán largos y secos, y habrá que estar atentos a las alertas y a las recomendaciones para evitar golpes de calor, especialmente en quienes transitan la ciudad a pie o tienen la posibilidad de buscar un espacio para refrescarse. La especialista anticipó que este verano tendrá una amplitud térmica importante, con largos picos de calor y chaparrones dispersos, producto del intercambio de masas de aire en nuestra región.

Balchunas señaló que el 2025 se despide con temperaturas que alcanzarán los 40 grados, y que el 2026 no será muy diferente en cuanto a extremos térmicos. La tendencia será de temperaturas altas y humedad, con posibles tormentas en algunas zonas del centro y norte del país, aunque de forma aislada. La meteoróloga destacó que la mayor probabilidad de lluvias severas será entre el martes 30 y el miércoles 31, justo en vísperas de Año Nuevo.

Respecto a las tormentas, aclaró que no serán un fenómeno aislado, sino que aparecerán en regiones específicas, con potencial de ser severas en algunos casos. En particular, se esperan chaparrones aislados en el norte del país y en el Litoral, mientras que en la zona central no se pronostican lluvias importantes. Las temperaturas seguirán altas, con máximas entre 37 y 40 grados en la tarde, pero hacia la noche bajarán unos 10 grados, permitiendo recibir el Año Nuevo con un clima menos agobiante y sin lluvias, ya que no se prevé un cambio de masa de aire.

Balchunas explicó que este escenario de calor y sequedad está en línea con lo que se anticipaba para este verano, caracterizado por un clima seco que favorece subidas rápidas de temperatura entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Esto puede hacer que los termómetros superen los 35 grados con facilidad, por lo que hay que extremarlos cuidados.

En cuanto a las tormentas, aclaró que no tienen una relación directa con la sequedad del verano. La base de humedad acumulada en los suelos desde octubre y noviembre, junto con la entrada de aire cálido del norte, puede generar chaparrones cortos pero intensos, con lluvias que varían entre 20 y 40 milímetros, e incluso eventos extremos en zonas como Buenos Aires, donde se registraron precipitaciones de 100 milímetros en cortos períodos, acompañadas de ráfagas fuertes que causaron daños.

Balchunas advirtió que estas tormentas pueden ser peligrosas no solo por la cantidad de agua, sino también por granizo y viento fuerte. La tendencia será que estas precipitaciones aisladas puedan repetirse durante todo el verano, dado el carácter de un ambiente seco y cálido.

Por último, la especialista recomendó estar atentos a los avisos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), ya que, aunque no hay alertas oficiales para la semana de Año Nuevo, no hay que descartar fenómenos locales de importancia. Las olas de calor serán uno de los mayores desafíos de esta temporada, con temperaturas que superarán los 34 o 35 grados durante varios días, dificultando las actividades cotidianas y poniendo en riesgo especialmente a adultos mayores, niños, mascotas y personas con enfermedades preexistentes.