Rosario y la región

Coronavirus: perdió el trabajo, quedó sin techo y vende estampitas en la calle

Carlos tiene 59 años y realizaba trabajos de pintura y revestimientos antes de la pandemia. No sabe leer ni escribir y la esquina de Uriburu y España se convirtió en su rincón. La ayuda de los vecinos de barrio La Guardia le permite salir adelante.
Por Telefe Rosario

Rosario y la región: Coronavirus: perdió el trabajo, quedó sin techo y vende estampitas en la calle

Hay historias de vida que cambiaron rotundamente cuando llegó la pandemia. Carlos tiene 59 años, trabajó como pintor en domicilios particulares por más de 15 años. Y desde marzo del año pasado, el virus que se instaló en el país, lo despojó de todo lo que tenía. Perdió su trabajo y a los pocos meses se quedó sin techo para vivir.

Sin embargo, la fortaleza de Carlos es más grande que cualquier adversidad. Aferrado a las estampitas religiosas que vende en la calle, todas las mañanas se levanta con un propósito para vivir.

"Me quedé sin trabajo porque la gente no me dejaba ingresar al domicilio por la pandemia. Como no tenía ingresos me puse a cuidar autos en San Martín y Uriburu. Un supermercado me dio almanaques para vender pero me tuve que ir de ahí", expresó Carlos a Telefé Rosario.

De palabra fácil, gentil y humilde con la gente, la esquina de Uriburu y España se transformó en su propio rincón. A pesar de no saber leer ni escribir, tiene muy en claro los valores para seguir adelante.

"Todas las noches le pido a Dios por un trabajo, un techo y un baño. Ya sabe lo que siempre le pido. ¿Usted sabe una cosa? La gente me ayuda mucho. A la mañana me acercan un café o un mate cocido", manifestó.

En el barrio La Guardia todos los fueron conociendo. Carlos empezó a pasar las noches en una carpita a la intemperie, que un vecino le regaló. Las noches son duras y difíciles cuando las calles quedan desiertas. Y el techo se empieza a extrañar.

En tiempos complejos, cuando hay voluntades coordinadas, empatía y humanidad, siempre hay una salida. Carlos tuvo sus ángeles de la guarda. Los vecinos fueron su compañía, fueron su abrigo y la solución para salir de la calle. El Ministerio de Desarrollo Social empezó a tramitarle la pensión y le otorgó un subsidio para que pueda pagarse una vivienda y salga de la calle.