Desprecio absoluto por la vida: mataron tres bebés en el año en Rosario y la región

“No se tratan de homicidios dirigidos a los chicos, sino que son una consecuencia de un menosprecio absoluto por las vidas ajenas. Con tal de matar o dañar a las personas con las cuales mantienen conflictos, no les importa nada si hay menores que pueden resultar víctimas de los disparos”, opinó el fiscal Ademar Bianchini sobre un fenómeno en crecimiento que produce pavor en la sociedad: la cantidad de bebés, niños y niñas que mueren como consecuencia de la violencia armada en Rosario y la región.

El crimen de Geraldine Mora Gómez, la beba de un año y siete meses acribillada anoche de tres disparos en Villa Gobernador Gálvez, se suma a una saga escalofriante de criaturas asesinadas con menos de dos años. En seis meses de 2022 ya van tres bebés que perdieron la vida a raíz de ataques mafiosos en el departamento Rosario.

El 29 de enero mataron a Elena Giménez, una beba de un año que resultó una de las víctimas del triple crimen a la salida del casamiento narco en Ibarlucea. En el escalofriante hecho perpetrado en el interior de un Audi A4 de color blanco también mataron a su padre Maximiliano Iván Giménez y a su mamá Erika Vanesa Romero.

El 23 de abril asesinaron a Ciro Caminos (2 años) en el triple crimen de barrio Larrea. Estaba en brazos de su madre cuando también acribillaron a su papá Marcos Máximo Caminos (26) y a Micaela Bravo (27), quien murió tras agonizar 10 días en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Bautista, el nene de 6 años de la familia ultimada, sobrevivió a la masacre porque salió corriendo del auto hacia la casa de la abuela.

Auriazul Morera no era bebé pero sí una nena de 6 años con toda una vida por delante, cuando la asesinaron el 6 de mayo pasado en el tercer triple crimen del año, en Garibaldi y Chacabuco. En el pasillo de la casa de una abuela también fueron acribillados su papá Rodrigo Morera (27 años) y Ainará Altamirano (25). Sobrevivió la hermanita de Auriazul porque bajó primero del auto e ingresó corriendo al domicilio de su bisabuela. La investigación apunta a que el ataque estaba dirigido a otras personas y que se trató de una masacre por error.

Según un relevamiento del Observatorio de Seguridad Pública del gobierno de Santa Fe, el 4,1 por ciento de los homicidios en el departamento Rosario entre enero y mayo de 2022 fueron víctimas entre 0 y 14 años. En esos cinco meses hubo 17 personas heridas de armas de fuego menores de 15 años en la ciudad de Rosario.

“Les resulta indiferente y no forma parte del propósito disparar contra bebés o niños”, entendió el fiscal Bianchini, de la Unidad de Homicidios Dolosos. Sin embargo, la opinión del funcionario del Ministerio Público de la Acusación se contrapone con lo sucedido el pasado 22 de abril, cuando dos gatilleros abrieron fuego contra una anciana de 76 años y su nieta de 9, en Pasaje Rafaela al 5200.

La investigación acreditó que la abuela estaba con su nieta cuando le recriminó a dos gatilleros por andar a los tiros por la cuadra. “Matá a la vieja, matá a la nena, matá a todos”, afirmaron que ordenó uno de los soldaditos a su compañero.

La mujer de 76 años agonizó y murió en el Heca por diez impactos de bala, mientras que su nieta de 9 sufrió fractura expuesta en la pierna derecha por un disparo. El demencial ataque ocurrió en una de las zonas más calientes de la violencia armada en barrio Ludueña por las disputas territoriales entre narcos.

“Hay guerra entre narcos, que se pelean por el territorio. Mientras tanto personas inocentes quedamos expuestos, como mi mamá y mi hija”, lamentó la hija de ambas víctimas.