El peor final: hallaron asesinado al gendarme en las afueras de Rosario

En un descampado de Roldán hallaron esta tarde el cuerpo de un hombre e investigan si se trata de Gustavo Elorrieta, segundo comandante de Gendarmería que estaba desaparecido desde el pasado 10 de julio, cuando le avisó a su actual pareja que había llegado a destino para visitar a sus hijos de 11 y 17 años en la localidad situada a 25 kilómetros de distancia de Rosario.

Elorrieta era intensamente buscado luego de que familiares y las propias autoridades de Gendarmería Nacional Argentina radicaran la denuncia por su misteriosa desaparición, cuando había viajado desde Buenos Aires a Roldán para pasar unos días de vacaciones con sus hijos. El auto del gendarme, un Volkswagen Bora de color gris, fue hallado en una cuneta cercana al Cementerio, con rastros de sangre y otros elementos de interés para la causa.

Asimismo, según las primeras informaciones, los investigadores encontraron rastros de sangre en el baño de la vivienda de la exmujer y rastros de sangre en un auto, donde también hallaron guates de latex y un partillo.

Vale señalar que el cuerpo fue hallado por perros rastreadores, que indicaron un lugar donde había una lona con ramas arriba.

Aún resta saber el móvil del crimen. Una de las hipótesis que analizan tiene que ver con una pelea entre el gendarme y su hijo y la intervención de su exmujer en la confrontación.

Después de conocerse el hallazgo del cuerpo de la víctima, personal de la AIC realizó un segundo allanamiento en la casa de la exmujer del gendarme en Larrea al 1200 de Roldán. En el lugar, además, estuvo apostado durante todo el día un móvil de Gendarmería. 

"Lo último que sabemos de él es que le avisó a su pareja actual que había llegado a destino y que se encontraba con sus hijos. Eso fue el 10 de julio a las 23 horas. De ahí en más no sabemos nada más", había dicho Ethella Mari, la hermana de Elorrieta.

El gendarme de rango jerárquico debía presentarse a trabajar el pasado lunes en Buenos Aires. Pero nunca lo hizo. El fiscal Adrián Spelta, de la Unidad de Homicidios Dolosos, llegó al lugar del hallazgo, en Dorrego y Camino de los Gauchos, y lleva adelante la investigación.