Golpe antinarco a Los Monos por la causa de la cocaína adulterada

En el marco de la causa de la cocaína adulterada, cuatro allanamientos se llevaron adelante en barrio Las Flores con 16 detenidos del Clan Cantero, además del secuestro de cinco kilos y medio de marihuana, 230 gramos de cocaína y armas de fuego, precisaron desde la Agencia de Investigación Criminal.

Al irrumpir las fuerzas policiales en una de las casas allanadas, encontraron a tres hombres y dos mujeres en pleno fraccionamiento de droga.

Las dos mujeres, de apellido Cantero, son familiares directos de los líderes de la banda Los Monos. En tanto que los tres hombres detenidos serían empleados dedicados al fraccionamiento y venta de marihuana y cocaína.

Cuando las tropas especiales rompieron la puerta, sobre la mesa había varios panes de marihuana a medio cortar por un total de 5 kilos y medio. En la requisa encontraron 129 envoltorios de cocaína y una pistola 9mm con cargador y proyectiles listos para su uso.

Otro de los domicilios allanados, a 700 metros del primero, una mujer también implicada en la causa alcanzó a guardar una bolsa con casi 100 gramos de cocaína entre sus ropas, pero fue descubierta por una oficial a cargo de la requisa.

En total se detuvieron 16 personas: 9 mujeres y 7 hombres. La cocaína secuestrada se analizará buscando restos de carfentanilo. Intervino la Fiscalía Federal N° 3 y la Procuraduría de Narcocriminalidad.

El operativo fue realizado por Personal del Departamento de Investigación Criminal sobre Narcotráfico Región II, dependiente de La Agencia de Investigación Criminal, por la peligrosidad de la zona, con apoyo de las fuerzas especiales TOE, grupos tácticos GOT y GTM y personal de cuerpo de la Unidades Regionales 2, 6 y 4.

Los vecinos cuentan que por la noche tienen prohibido prender la luz, porque la luz prendida durante la noche es el código para avisar que allí se está vendiendo droga. De día el código es una marca de tiza blanca.

Una de las casas a irrumpir era un famoso búnker celeste que ya había sido allanado. Según los investigadores, en esa oportunidad, el revuelo mediático respecto de la cocaína adulterada había funcionado como aviso, y los responsables de vender allí habían abandonado el lugar.

Durante las siguientes semanas, personal de inteligencia siguió analizando la zona y vieron que habían vuelto a tomar posesión de la casa. Lo primero que hicieron fue pintar la fachada de negro. En ambos lados de la puerta pusieron jaulas con tordos negros chaqueños, un ave que suele cantar cuando se acerca alguna persona. Por último, la pintada de tiza blanca, anunciando que allí se vendía droga.