Rosario y la región
La Virginia y Razzini, blanco de intereses gremiales que presionan con tiros
En Rosario las internas gremiales también parece que se dirimen a los tiros. En pocas horas se produjeron dos hechos que tienen puntos en común: el domingo por la noche atacaron a balazos el frente de la empresa Razzini Materiales, ubicada en la zona sur; un día después le tocó vivir una situación similar a la planta de La Virginia, en Circunvalación y Sorrento. El tercero en discordia entre ambas firmas es el Sindicato de Camioneros, que aparece como sospechado de estar detrás de estos actos con claros fines intimidatorios.
Así lo entiende también el abogado Pablo Salvatori, representante legal de la empresa Razzini Materiales. “En la provincia de Santa Fe hay un sindicato disidente de la Federación que maneja Hugo Moyano, que es el de Sergio Aladio. Y todas estas situaciones que se vienen dando tienen que ver con una interna, según los investigadores, porque un grupo desconoce al otro y quiere acaparar la mayor cantidad de afiliados posibles. Obviamente se lo disputan en cada empresa, donde hay afiliados a un sindicato u otro, y es lo que está pasando en La Virginia específicamente”, le dijo a Marcelo Fernández en el programa «Con sentido común», que se emite por CNN Radio Rosario.
Respecto del ataque a la firma Razzini, Salvatori recordó que hay una causa penal en proceso por un conflicto de 2020, cuando un grupo de sindicalistas bloquearon la empresa por 90 días para exigir la afiliación de trabajadores.
“La denuncia de 2020 tiene que ver con que el 8 de junio, un día normal de trabajo, la empresa se encontró con una patota sindical en la puerta de calle Pueyrredón, que es por donde salen los camiones para hacer los repartos. Exigían a los dueños que se hicieran presentes en la sede del sindicato para firmar el pase de choferes que por convenio colectivo de trabajo pertenecían a Empleados de Comercio, pero el Sindicato de Camioneros de Santa Fe pretendía que pasaran a ser sus afiliados”, señaló.
Salvatori expresó que ese conflicto desembocó en una causa penal: “Se denunciaron amenazas, privación de la posesión de la propiedad, porque no permitieron que ingresaran camiones, ni clientes, ni proveedores. El caos fue total durante tres meses en la puerta de la empresa. Hasta que en un momento el fiscal de turno ordenó las detenciones porque el delito que estaban cometiendo era evidente y se detuvo a varios trabajadores y a tres sindicalistas. Ahora estamos a punto de llegar a juicio”.
En el ataque a tiros contra el frente de la empresa del último domingo, los agresores dejaron una nota bastante elocuente: “Retirá la denuncia porque no abrí (sic) nunca más. Att Camioneros”.