Marcha de antorchas y pedido de justicia por el crimen de Don Patricio

El taller mecánico de Don Patricio Gigena, el jubilado asesinado por el robo de una batería, se transformó en una especie de santuario. Mensajes de despedida, velas y pancartas con pedidos de justicia se multiplicaron esta noche en Montevideo y Solís.

"No nos entra la cabeza la brutalidad con la que lo atacaron. Gracias a una vecina que lo socorrió para que puedan llevarlo al sanatorio. No había necesidad de semejante golpiza", expresó Viviana, la hija de Don Patricio, en diálogo con el móvil de Telefe Noticias.

"No creo que los haya dejado entrar", señaló la hija en relación a la pareja de delincuentes, detenidos e imputados. "Mi papá no tenía consciencia de la inseguridad que se vive en Rosario. Seguía trabajando. Habrán entrado para preguntarle por una batería y lo atacaron", especuló Viviana.

Una vecina, en tanto, también lo recordó con afecto. "Estaba todo el día sentado en la puerta del taller. Era una excelente persona. Hay mucha bronca en el barrio. No era necesario pegarle como lo hicieron estos animales. Ojalá que se pudran en la cárcel", manifestó.

Mirta, la viuda del jubilado de 82 años asesinado, lo definió como "un loco lindo, al que toda la vida le gustó trabajar. Nunca dejó de hacerlo. Quiero que lo recuerden con el cariño que estamos sintiendo esta noche", cerró la mujer.

Don Patricio fue atacado el martes por la tarde y agonizó durante tres días en el Sanatorio Plaza. Murió el sábado y por tal manera reimputarán a la pareja de atacantes que le robaron una batería y lo asesinaron, según anticipó la fiscal Georgina Pairola, a cargo de la investigación.