Rosario y la región
Un robo que despertó la solidaridad: la historia de Darío, el repartidor que recuperó su herramienta de trabajo
Lo que comenzó como un episodio más de inseguridad en Rosario terminó convirtiéndose en una verdadera muestra de solidaridad ciudadana. Darío, un repartidor que vive del trabajo diario en bicicleta, sufrió este martes por la tarde el robo de su rodado, herramienta indispensable para poder llevar adelante su jornada. Sin embargo, horas después, vecinos que vieron su historia en Telefe Noticias decidieron ayudarlo y le regalaron una nueva bicicleta.
Eran las 15 cuando Darío llegó a un supermercado para retirar dos pedidos. Como tantas veces, dejó su bicicleta en la puerta del negocio, apoyada en un cartel. Entró apenas unos minutos. Pero cuando volvió a salir, su medio de trabajo ya no estaba. “Estuve un tiempito nada más y cuando salgo ya no tengo más la bicicleta. No es la primera vez que sucede. Ahora me quedé sin nada, sin plata, sin nada”, relató angustiado.
El delivery explicó que, aun así, decidió completar el último envío para no perder el dinero. Caminó cerca de 20 cuadras cargando cuatro botellas de gaseosa y la mochila, que por intuición decidió llevar consigo hacia adentro del comercio. “Cuando llegué a la casa de los clientes les pedí mil disculpas. Yo tengo familia y hoy me cortaron la pierna, porque sin la bici no puedo trabajar”, expresó.
La historia se conoció cuando Telefe Noticias mostró el móvil en vivo con Darío, visiblemente afectado. Minutos después, comenzaron a llegar decenas de mensajes de vecinos y televidentes que querían ayudar. Entre ellos, Maxi y Sandra, quienes no dudaron un segundo en ofrecerle una bicicleta que ya no utilizaban. “Estábamos mirando Telefe Noticias y vimos la historia. Dijimos: vamos a ayudarlo”, relató la pareja. A las 20:30 ya se estaban comunicando con Darío para avisarle que podían entregarle el rodado. “Sentí que había que hacerlo. Antes de tirarla o dejarla por ahí, preferimos regalársela a alguien que realmente la necesitaba”, contó Sandra, emocionada.
La bicicleta, que previamente había pasado por el bicicletero, fue entregada esa misma noche, en un encuentro cargado de emoción. “Yo confié. A la otra gente ya le decía que ya me habían donado una bici, sin tenerla. Pero confiaba en que me la iban a dar. Cuando me llamó Sandra y me dijo que podía ir a buscarla, me puse muy contento”, dijo el repartidor.
El día después del robo, Darío aseguró que se encontró con otra cara de la gente: “uno ve mucha mala onda, pero después de lo que pasó, la solidaridad me cambió. Hoy salgo a laburar con otra templanza. Hay mucha gente que ayuda”. Además de la bicicleta, vecinos también realizaron transferencias económicas a su cuenta, ayudándolo a ponerse al día con deudas que venía arrastrando.
Más allá del final feliz, Darío remarcó que no es un caso aislado: “no sólo me pasa a mí. A varios compañeros le roban. Rosario está muy inseguro y no podemos dejar ni la bicicleta ni la moto sola ni un segundo”. Pese a todo, hoy vuelve a trabajar con la certeza de que, en medio de tantas dificultades, la solidaridad rosarina sigue vigente.
