Rosario y la región

Vecinos recuperan el Club Juan Pablo II y necesitan ayuda de la comunidad

Un grupo de padres intenta recuperar un predio histórico que estuvo abandonado durante años. Ya limpiaron las canchas y ahora necesitan luminaria, pintura y mano de obra para volver a abrir las puertas del club a los chicos.

Por canal5 canal5

Rosario y la región: Vecinos recuperan el Club Juan Pablo II y necesitan ayuda de la comunidad

El Club Juan Pablo II, un emblema del fútbol infantil ubicado en Maestros Santafesinos e Isola, intenta volver a abrir sus puertas gracias al esfuerzo de cuatro vecinos que decidieron hacerse cargo de un predio devastado por el abandono. 
 

Tras varios años sin actividad y con intentos fallidos de reactivación, el espacio terminó usurpado, sin baños, sin cableado y con gran parte de sus instalaciones destruidas. Hoy, esos padres tienen la meta de recuperar el lugar como espacio de contención para los chicos del barrio.
 

El primer paso fue despejar el enorme terreno ya que el pasto superaba el metro de altura y la suciedad acumulada evidenciaba la falta de mantenimiento. La Municipalidad de Rosario intervino para cortar el césped, pero el resto del trabajo quedó en manos de los vecinos: rastrillar, palear, retirar basura y empezar a darle forma nuevamente al club. 
 

Uno de los referentes del grupo explicó que necesitan cableado para instalar reflectores, iluminación para el salón principal, aberturas y materiales básicos para revocar y pintar. Sin aporte económico disponible, dependen de donaciones para avanzar. Su deseo, remarcaron, es poder abrir nuevamente el predio a los chicos del barrio: “queremos que los chicos del barrio tengan un lugar de contención, un lugar donde puedan divertirse, jugar”.
 

El trabajo es enteramente voluntario; quienes impulsan la recuperación se organizan fuera de sus horarios laborales y aprovechan los fines de semana para avanzar en conjunto. Según relataron, hace falta gente que pueda colaborar con conocimientos de albañilería, plomería o simplemente con voluntad para ayudar.
 

Además, el club requiere un cerco perimetral completo y redes para que la pelota no cruce hacia las viviendas cercanas. La idea es que, una vez que el predio esté mínimamente recuperado, puedan hacer un bingo o una inauguración solidaria para comprar pelotas, pecheras y camisetas.
 

Los impulsores del proyecto quieren sostener el nombre Juan Pablo II, reconocido por generaciones de vecinos, y planean conformar un espacio deportivo integral.
 

Mientras tanto, cualquier persona que quiera colaborar puede acercar materiales a la carnicería Maxi, a dos cuadras del club, o coordinar directamente con los vecinos en el propio predio