El asado, un lujo: su precio duplicó a la inflación en el año

El asado de fin de año se encamina a ser, más que nunca, un artículo de lujo. Mientras la economía argentina intenta estabilizar sus variables, el rubro de las carnes ha decidido "cortarse solo": en el último año, el precio de la carne vacuna aumentó más del doble que la inflación general. Según el último informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el incremento interanual alcanzó el 72,8%, dejando muy atrás al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que se ubicó en el 31,4%.

Esta brecha de más de 40 puntos porcentuales no solo representa un golpe estadístico, sino una presión directa sobre el bolsillo de los consumidores en plena temporada de fiestas, un período donde históricamente el consumo de proteína animal alcanza sus picos máximos.

Un fenómeno de oferta, no de demanda

Contrario a lo que podría indicar la lógica de mercado, este salto no se explica por una explosión del consumo interno. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ha sido categórica al respecto: aunque los salarios (medidos por el RIPTE) mostraron una leve mejora real con una suba del 39%, ese margen resulta insuficiente para traccionar un aumento de tal magnitud en los mostradores.

"Detrás de la suba existen factores de oferta que están traccionando con mayor intensidad que la demanda local", señalan desde la entidad rosarina. El diagnóstico apunta al precio de la hacienda en pie, que comenzó a recalentarse a mediados de octubre y funciona como el principal motor de los incrementos que hoy ven los carniceros.

El factor biológico y el "retraso" de precios

Para la Sociedad Rural Argentina (SRA), lo que estamos viendo es el inicio de un nuevo ciclo productivo. Según la entidad, la ganadería atraviesa una "profunda transición" tras años de políticas que desincentivan la producción.

¿Cuánto falta trasladar al mostrador?

Uno de los mayores temores para el bolsillo es que el aumento aún no ha tocado techo. Los analistas advierten que la distancia entre los valores mayoristas y los precios al público muestra todavía un atraso de entre el 10% y el 15%.