"Es una prisión domiciliaria, no es una cárcel": defensa de Milagro Sala cuestionó las condiciones de detención

"Es una prisión domiciliaria, no es una cárcel", consideró el abogado Marcos Aldazábal al criticar, por ejemplo, la presencia de la Gendarmería y la Policía de Jujuy custodiando el chalet en el que desde ayer está Sala.

Aldazábal, en diálogo con radio Rivadavia, enfatizó: "Vamos a seguir pidiendo la libertad plena de Milagro Sala".

Sala fue trasladada ayer a la vivienda donde cumplirá prisión domiciliaria, tras la cautelar emitida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que sugirió medidas alternativas de detención para la dirigente social presa en Jujuy.

La mujer se encuentra en prisión preventiva por "asociación ilícita, extorsión y fraude", por orden del juez Gastón Mercau, mientras que su colega Pablo Pullen Llermanos lo hizo por "tentativa de homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria" y "lesiones graves".

Sala está acusada, entre otras cosas, por un defalco de 700 millones de pesos relacionado a la construcción de viviendas sociales.

Aldazábal sostuvo que su clienta es "víctima de una persecución política desde hace un año y ocho meses", y aseveró que "no hay nada y son causas inventadas, sin ningún fundamento" las denuncias de personas que aseguran que Sala amenazaba y extorsionaba.

Respecto a las medidas de seguridad que debe cumplir la dirigente en la vivienda son que "no puede salir de la casa, pero sí puede salir al jardín".

"Las restricciones tienen que ver con el ingreso de visitas, solo cuatro visitas a la vez, en tres días determinados y no pueden ingresar con dispositivos electrónicos. Afuera está la presencia de la Gendarmería y la Policía".

Agregó: "En el cerco perimetral de alambre de púa hay cámaras que giran los 360 grados, esto es contra la intimidad".

01/09/2017