Información General

La pandemia y el miedo a la muerte

La tanatóloga Carla Calvi nos ayuda a reflexionar sobre el miedo a morir y el duelo por la muerte de seres queridos en el duro contexto en que vivimos. “La muerte es una gran maestra”, nos dice.
Por Telefe Rosario

La pandemia y el miedo a la muerte | Información General
Información General: La pandemia y el miedo a la muerte

*Por Fabián Scabuzzo

El paso del coronavirus por el mundo será una experiencia que se recordará por siglos, marcará a fuego a esta generación y a quienes somos testigos de este momento. No solo lo recordaremos por los cambios de hábitos y la crisis económica y social que desató, sino porque a su paso como todas las pestes, dejará muerte y desolación. 

El Covid-19 dista mucho, aún, del récord de muertes en una pandemia, que lidera la viruela, nacida con la humanidad y que mató más de 300 millones de personas, hasta que fue erradicada del mundo en 1980. Pero no cabe duda que las pandemias, las guerras y los cataclismos ponen a la muerte en cercanía con los seres vivos, una proximidad que, en nuestra cultura, nos aterra.

“El terror consiste en nuestra opinión de la muerte, que es aterradora” Epicteto

La disciplina que estudia todo lo relacionado con la muerte y sus efectos en el ser humano como la pérdida y el sufrimiento, entre otras situaciones, se llama tanatología.

Carla Calvi es tanatóloga y nos ayuda a pensar sobre este especial momento que vivimos, cuando en una pandemia la muerte acecha.

 

Es legítimo tener miedo”, nos dice, “el miedo a morir es permanente, lo que sucede en pandemia es que el miedo se hace evidente, todos tenemos miedo morir porque tenemos miedo a lo desconocido”.

“Lo que sabemos de la muerte es que las funciones físicas y psíquicas dejan de funcionar, todo lo demás son creencias. El final es realmente desconocido y nos da miedo, pero también nos da miedo dejar de existir, el no  poder vivir y poder hacer, eso nos aterra tanto que muchas veces nos paraliza”. 

“El problema del miedo – agrega - es lo que hacemos con él, es hacia qué lugar lo llevamos, hay que tener un buen manejo del miedo, de la incertidumbre, que son inherentes a la  humanidad. Desde el momento que llegamos al mundo ni siquiera sabemos quiénes somos, estamos toda la vida viviendo en una incertidumbre. El problema es qué hacemos con ese miedo, cuánto lugar le damos, lo podemos usar como un gran freno de mano que nos paraliza al instante, o puede ser el motor que nos dirige.”

“Tú no comprendes ni siquiera la vida. ¿Cómo vas a comprender la muerte?” Confucio

 

Ante el sentimiento natural del miedo a morir se presentan personas que lo desafían abiertamente. Típico. Están aquellos que se sacan selfies al borde de precipicios o en las cornisas de los rascacielos y los que creen que sin barbijo y a los abrazos, no serán víctimas del Covid.

Ante el peligro real del contagio hay personas que parece no importarle, critican la cuarentena y las medidas de aislamiento, y obviamente, también se contagian y hasta pueden morir. Carla nos ayuda a pensar sobre esta situación.

“Hay muchas personas que no terminan de concientizar lo que está pasando, otras diría Freud con ‘el poder de la ignorancia’ hacen que de alguna manera el ignorar dé una sensación de fortaleza y que puedo avanzar y que no va a pasarnos nada,  hay otros que ponen en su lista de prioridades otras cosas, sin tomar conciencia del riesgo de vida. No asumir que hay un riesgo real.”

Pero también está lo que le pasa internamente a cada uno, hay quienes asumen este período con más resignación y otros que lo cuestionan internamente, y les provoca sufrimiento  y, sin quererlo, terminan incumpliendo las reglas establecidas para no propagar el virus.

“La pandemia nos pone en una situación de riesgo más grande, en Argentina se nos está haciendo muy largo esto, y los seres humanos tenemos un límite emocional. Se necesita un oxígeno, un respiro, hay una sensación de desesperación  por perder necesidades básicas como la libertad, al inicio de la pandemia hubo una buena respuesta y al extenderse no se tiene en cuenta el límite emocional al que estamos llegando. Entonces algunas personas se están agotando, y en esa sensación de desesperación  se  busca un intento de vida y el intento de vida muchas veces es una situación de riesgo”, asevera.

“Llorar es hacer menos profundo el duelo” (William Shakespeare)

 

La verdad es que hoy es imposible volver a los rituales de despedida de nuestros muertos, el acompañamiento hasta el suspiro final no existe y eso provoca muchísimo dolor en las personas que pierden a un ser querido en este contexto. La realidad es que las personas internadas, que se complican y mueren, están alejados de sus familias y en los velatorios se permiten hasta 10 personas. Ante la cruda realidad que presenta este momento, Carla nos invita a despedirnos íntimamente, generando una conexión de amor con el que se va, un vínculo que nos acompañará toda la vida.

“El duelo es la asimilación de la ausencia física y emocional de la persona que ya no está. Hoy estamos frente a una aceleración de las formas en que una persona va a morir, y no podemos acompañarlo, ni poder despedirlo. De alguna manera u otra se está tratando de cambiar esto, que la despedida sea posible, en forma virtual, como estamos aprendiendo a vivir ahora, con cartas, con otros gestos, para que la familia pueda tener algún contacto. Por otro lado los profesionales de salud están desarrollando  una empatía distinta con las personas que están solas, y poder acompañarlas, a pesar que hoy el tiempo nos está jugando en contra. Hay que buscar la manera de poder despedir, de acompañar, con  formas distintas y de no poder hacerlo hay que poder  asimilar y resignificar lo que está pasando”.

La especialista insiste en que “Hay que darle un resignificado a este momento, la resignificación es un arma que tenemos y que tenemos que empezar a utilizar porque tenemos que empezar a resignificar las situaciones como las vivíamos antes. Tratar de no sufrir sobre el dolor, no agregar más sufrimiento al dolor, tratar de poder acompañar el sentimiento de esa persona que se va, y si no podemos llegar a ella, conectarse internamente para despedirse, resignificar, hoy nos toca despedirnos de esa manera, tenemos que aprender a aceptar a eso. Si nos focalizamos en todo lo que no vamos a poder hacer probablemente suframos mucho, hay que  tratar de resignificar y estar lo mejor posible emocionalmente, que es la base de toda nuestra salud”

“El hombre teme la muerte porque ama la vida.” Fiódor Dostoievski

¿Cambia la percepción de la muerte cuando se está cerca de ella?  Carla Calvi nos dice que sí, pero en realidad cambia la percepción de la vida frente a la muerte “todo lo que sentimos con respecto a la muerte está hablando de lo que nos pasa con la vida y la muerte es una gran maestra que nos enseña a vivir eso siempre digo que la muerte nos desnuda,  nos deja expuestos a quiénes somos, y qué es lo que tenemos, qué contamos dentro.  La muerte nos enseña a vivir o nos destruye, los seres humanos tenemos siempre esas dos posibilidades delante nuestro:  la de construirnos o  destruirnos con las cosas que nos pasan, esa es una decisión que todos los seres humanos tenemos y la tenemos que tomar casi a diario”

“La muerte tiene el gran don de enseñarnos a valorar la vida, el tiempo, a ver qué hacemos con nuestras vidas. La muerte nos mueve el piso, esa caída, hace que tengamos que reinventarnos, reconstruirnos, y modificar y mejorar, ser una mejor versión nuestra, aprendiendo de ese dolor. La muerte siempre va de la mano del dolor porque amamos. El dolor es el precio del amor y ningún ser humano vuelve siendo el mismo después del dolor: la decisión es personal si volvés mejor o destruido”, finaliza.