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San Cayetano: organizaciones sociales, políticas y gremios marcharon a Plaza de Mayo
En el marco de la fiesta religiosa por San Cayetano, que congregó a cientos de personas en el santuario ubicado en Liniers, organizaciones sociales, políticas y sindicales marchan a Plaza de Mayo para reclamar al gobierno medidas para enfrentar la inflación y el aumento de tarifas.
El templo abrió sus puertas a medianoche, cuando sonaron las campanas y se lanzaron fuegos artificiales para iniciar el ingreso y bendición a los fieles, acompañados por las marchas ejecutadas por la orquesta de la Policía Federal.
La primera en ingresar a la iglesia fue Delia Noris, una peluquera que hace 33 años recorre de rodillas el trayecto desde el pórtico del templo hasta el lugar donde está emplazada la imagen el santo. La mujer, con sombrero, poncho y esta vez asistida por un andador para caminar volvió a cumplir su promesa con el Santo.
La devoción popular se repetía en las más de 45 parroquias del país dedicadas a San Cayetano.
MENSAJE DE LA IGLESIA
En tanto, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, reclamó "progreso, paz y justicia para todos" y exhortó a la "compasión"en el país durante la festividad de San Cayetano.
"No se confundan, una foto, un encuentro con el papa Francisco no te hace su vocero ni su amigo ni su misionero"
"No se confundan, una foto, un encuentro con el papa Francisco no te hace su vocero ni su amigo ni su misionero, si no practicamos estos mandamientos de la compasión y de la misericordia con el otro, que no es mi enemigo, sino mi hermano, mi semejante, mi prójimo", alertó en la misa central.
Poli, que pidió "progreso, paz y justicia para todos", inició la misa con la lectura de una carta enviada por el papa, en la que Francisco manifestó que "el pan es más fácil conseguirlo, porque siempre hay una institución o persona que te lo acerca, al menos en Argentina donde el pueblo es tan solidario".
"Pero trabajo es tan difícil lograrlo, sobre todo cuando seguimos viviendo momentos en el que los índices de desocupación son significativamente altos", sostuvo el papa en la carta que leyó el arzobispo y ya había sido difundida durante la semana.
En ese sentido, advirtió que "una cosa es tener pan para comer en casa y otra es llevarlo como fruto del trabajo, y esto es lo que confiere dignidad" y afirmó que "cuando pedimos trabajo para llevar el pan a casa, estamos pidiendo dignidad".