Rosario y la región

La familia masacrada en Tablada había ido de una abuela a buscar un bolsón de comida

”Rodrigo estaba desocupado e iban a la iglesia a pedir trabajo”, aseguró Carina, suegra del joven de 26 años asesinado junto a su pareja Aymará y su hija Auriazul. La nieta más pequeña sobrevivió al triple crimen y quedó huérfana.
Por Telefe Rosario

Rosario y la región: La familia masacrada en Tablada había ido de una abuela a buscar un bolsón de comida

Rodrigo Morera, Aymará Altamirano y Auriazul Morera, los tres integrantes de la familia que fueron masacrados la noche del viernes en barrio Tablada, habían ido a buscar un bolsón de comida a casa de una abuela, junto a la hija más pequeña de 3 años que sobrevivió al triple crimen pero quedó huérfana porque salió corriendo para llegar primero a la vivienda de pasillo de Garibaldi y Chacabuco.

“Acá vive mi mamá y yo vivo a tres cuadras. Ella les decía que vinieran a comer porque a Rodrigo lo habían echado del trabajo y estaban pasado una mala situación económica. Yo les dije que no vinieran porque estaban a los tiros en el barrio. Pero se vinieron igual porque Rodrigo siempre quería venir a la casa de la abuela de Tahia (por Aymará). Se ve que los confundieron con otros que estaban buscando”, lamentó entre sollozos Carina, la madre de la mujer de 25 años asesinada junto a su pareja de 26 y a su hija de 6.

La familia de Aymará y la pequeña Auriazul no tienen consuelo. “No se puede explicar, esto es una pesadilla. Ellos iban a la iglesia a pedir trabajo y terminaron así. Somos gente de trabajo y de estudio. Los mataron a ellos y nos mataron a todos en vida”, manifestó Carina en el móvil del Noticiero de la Gente.

A la hora del triple crimen, Carina estaba en un cumpleaños a pocas cuadras. “Me llamaron de un número desconocido avisándome que le había disparado a Tahia. Se escuchaban gritos. Cuando llegué estaba tirado mi yerno en el pasillo. Aparentemente tiraron desde el auto, pero después uno se bajó. Cuando llegamos al hospital Roque Sáenz Peña nos dijeron que mi nieta y mi hija habían fallecido”, expresó la madre de Aymará y abuela de Auriazul.

La hija menor de la familia masacrada quedó huérfana. “La nena chiquita me dice «abrazame abuela, que se murieron todos. Estoy esperando que mi mamá se despierte y quiero ver a mi hermanita»”, contó Carina con el rostro surcado por el dolor.

Familiares de Rodrigo, Aymará y Auriazul participaron anoche de la marcha por la inseguridad en Oroño y Pellegrini, frente al cierre de los Juegos Suramericanos de la Juventud. “Nos decían que éramos unos negros, quilomberos y narcos. Y nosotros solamente queríamos hablar con (el intendente Pablo) Javkin. Quiero limpiar el nombre de ellos. Dicen que eran narcos y nada que ver. Eran gente de trabajo”, concluyó Carina.