Rosario y la región

Le dieron el alta a la mujer que perdió al hijo y su marido en la picada

Con el cuerpo aún muy golpeado por las heridas del accidente, dijo que no va a bajar los brazos hasta que los protagonistas de la picada fatal estén tras las rejas.
Por gfrancovigh gfrancovigh

Rosario y la región: Le dieron el alta a la mujer que perdió al hijo y su marido en la picada

Le dieron el alta a la mujer que perdió al hijo y su marido en la picada de Avenida del Rosario y Ayacucho

Cintia, Mamá de Valentino y David, ambos fallecidos en el accidente, dialogó con El Noticiero de la Gente: "A mi ya me mataron en vida con lo que me hicieron. Es lo peor que le puede pasar a una persona. No voy a parar hasta que se haga justicia".


Salió en una silla de ruedas empujada por su papá. Cintia, con el cuerpo aún muy golpeado por las heridas del accidente, dijo que no va a bajar los brazos hasta que los protagonistas de la picada fatal estén tras las rejas.

“La fuerza para pedir justicia que me está dando mi hijo y mi marido. Mi hijo tenía 8 años. La única preocupación que tenía era que empiece la escuela", dijo a los llantos.

“Quiero que se haga justicia, no voy a parar para que estén presos hasta el último día. Yo quede viva para hacer justicia. Mi hijo era todo en mi vida. Cualquiera que lo conociera decía que era bueno. Dos hijos de puta me sacaron a mi hijo. El viía por mi y yo vía para él”, afirmó.

Con respecto a su estado físico, explicó: “Tengo moretones desde la punta del dedo del pie hasta las orjas. En los brazos me pusieron una plaqueta con ocho clavos. En la cabeza tengo cascaritas y la lengua la tengo partida”.

Rodeada de amigos y familares, la mujer abandonó el domingo a la mañana la sala del sanatorio los Alerces, donde estuvo internada una semana. El dolor traspasaba las heridas físicas y la mujer expresó en reiteradas ocasiones que espera la pena máxima para los protanistas de la picada fatal.

La mamá de Valentino y la esposa de David, tuvo el alta del hospital, pero sigue con grandes heridas en su cuerpo.

Minutos antes de las 11 del domingo, y bajo una fina llovizna, la familia de Cintia dejó el sanatorio y se fueron rumbo a Alvear. Allí pasarán los próximos días buscando paz y justicia por los que ya no están.