Rosario y la región

Luciano frenó para entregar la moto pero no tuvieron piedad para asesinarlo

Así lo aseguraron los padres del rosarino de 28 años ejecutado ayer a balazos en la autopista Rosario-Buenos Aires. "Mi hijo no estaba metido en nada raro. No hay nada que pueda aliviar este dolor", expresaron.
Por Telefe Rosario

Rosario y la región: Luciano frenó para entregar la moto pero no tuvieron piedad para asesinarlo

"Luciano no estaba metido en nada raro, no consumía drogas. Era un pibe normal. Demasiado trabajaba. No hay nada que pueda aliviar este dolor". Los padres de Luciano Muscio no tienen consuelo. Esta familia de barrio Arroyito se inundó de dolor tras enterarse que habían asesinado a uno de sus hijos para robarle la moto en la autopista Rosario-Buenos Aires.

Ayer por la tarde, Luciano conducía una Honda Tornado 250 cc a la altura de la localidad de Alvear e iba acompañado por Lara G., una chica que había conocido hacía pocas semanas. De repente dos asaltantes se le pusieron a la par y a punta de pistola le pidieron la moto.

"Se le pusieron al lado y directamente le gatillaron. ¡Para qué lo mataron así si iba a darles la moto! La chica que lo acompañaba dijo que Luciano se paró para darles la moto", manifestó el padre de Luciano en diálogo con El Noticiero de la Gente.

"Era una moto Tornado de color blanca, con apliques negros. Lo que dijo la chica es que Luciano detuvo la moto y se tiró a la banquina. No sé por qué le dispararon. Porque son asesinos", ratificó la madre del joven acribillado.

El padre de Luciano sostuvo que su hijo y Lara se conocían desde hacía poco tiempo. "Hacía pocas semanas que salían. No sé si como novios o como amigos. Ella vio todo pero no hemos podido hablar demasiado. Mañana tendremos una reunión con la fiscal (Marisol Fabbro", indicó.

La madre del joven asesinado se siente decepcionada por la violenta y trágica muerte de Luciano. "¿A quién le vamos a pedir? ¿A los políticos que no han hecho nada hasta ahora? ¿Cuántas madres van a seguir llorando por sus hijos? No hacen nada", recriminó.

Su padre lo recordó como "un chico muy querido. Le gustaba darle una mano a los amigos, arreglarles los autos. Era técnico en refrigeración y sabía bastante de mecánica".

La familia Muscio fue una de las primeras en asistir a Joaquín Pérez, el arquitecto de barrio Arroyito asesinado en octubre pasado también en ocasión de robo. "Fuimos los primeros en encontrar a Joaquín cuando se arrastraba hacia la puerta de su casa", lamentaron.