Rosario y la región
Roberto: de vivir en un caño a recuperar su dignidad
Hace un año, la historia de Roberto conmovía a Rosario. Tenía 46 años y vivía en condiciones extremas: dormía dentro de un desagüe, rodeado de basura, agua estancada y malezas, sin abrigo ni contención. Su imagen de entonces —barba larga, rastas, mirada cansada— reflejaba una vida marcada por años de calle, encierro y abandono.
Hoy, a un poco más de un año de aquel encuentro, Roberto es otra persona. El cambio es profundo y visible, pero sobre todo humano. Vive en un espacio de alojamiento transitorio donde recibe acompañamiento, atención médica y contención afectiva. Se corta el pelo, se baña, ordena su ropa, comparte con otras personas y proyecta celebraciones como Navidad y Año Nuevo.
El giro en su historia fue posible gracias al trabajo sostenido de organizaciones solidarias, entre ellas Manos Solidarias Rosario, que lo acompañaron en un proceso largo y complejo. Primero fue atendido en el Policlínico San Martín y luego trasladado a un espacio donde pudo comenzar a reconstruir su vida. No fue fácil: la adaptación costó, hubo retrocesos y desconfianza, propios de quien pasó años sobreviviendo en la calle. Pero con paciencia, amor y constancia, Roberto logró sostener el cambio.
Hoy, aquel desagüe donde dormía quedó atrás. El lugar está abandonado, cubierto de basura y pastizales, una imagen que contrasta con la realidad actual de Roberto, quien ahora habla de “su casa”, de sus compañeros y de sentirse cuidado. “Antes vivía como un perro, ahora estoy mejor, más contento”, resume con sinceridad.