Tecnología

Un oficial del ejército alemán se hizo pasar por refugiado y planeaba un atentado

Es sospechoso de haber querido preparar en 2017 "un acto de violencia grave contra la seguridad del Estado". Podría pasar diez años preso.
Por Telefe Rosario

Un oficial del ejército alemán se hizo pasar por refugiado y planeaba un atentado | Tecnología
Tecnología: Un oficial del ejército alemán se hizo pasar por refugiado y planeaba un atentado

Un oficial del ejército alemán que se hizo pasar por un refugiado sirio y al parecer preparaba un atentado compareció este jueves ante un tribunal en un caso rocambolesco que sacó a relucir las derivas de la extrema derecha.

De ideología "nacionalsocialista", según la acusación, Franco Albrecht, de 32 años, es sospechoso de haber querido preparar en 2017 "un acto de violencia grave contra la seguridad del Estado".

Este prometedor teniente de la base francoalemana en Illkirch, en el este de Francia, disponía de un arsenal de cuatro armas de fuego, más de 1.000 municiones y 50 artefactos explosivos robados a las fuerzas armadas (la Bundeswehr).

También tenía una doble identidad: logró registrarse como solicitante de asilo sirio para, según él, poner a prueba el sistema y revelar sus fallos. El proceso comenzó este jueves en un tribunal de Fráncfort y durará hasta agosto. El acusado se expone a diez años de prisión.

A su llegada a la corte, el exmilitar negó de nuevo las acusaciones contra él: "Nunca planifiqué ninguna acción en detrimento de nadie", dijo delante de la prensa, añadiendo que no era de extrema derecha.

"Proteger a su familia"

No obstante, este hijo de un inmigrante italiano no oculta sus opiniones de extrema derecha ni su oposición a la inmigración. "Mein Kampf", el manifiesto racista y antisemita de Adolf Hitler, figuraba entre las obras de su biblioteca.

Cuenta que se creó una identidad ficticia de refugiado para demostrar que se ha desnaturalizado el concepto de asilo, según él, tras la llegada a Alemania de cientos de miles de migrantes en 2015 y 2016, muchos de los cuales huían de la guerra en Siria.

En 2015, con la cara maquillada, consiguió presentar una solicitud de asilo con un nombre falso, David Benjamin. En un inglés rudimentario, descrito a los servicios de inmigración que no había aprendido árabe porque estudió en un centro francés cerca de Damasco.

Incluso cobró unos 400 euros (486 dólares) mensuales de ayuda y obtuvo una plaza en un albergue para refugiados. Pero siguió como soldado en el cuartel de Illkirch bajo su verdadera identidad.

"Quería cerciorarme personalmente y verificar hasta qué punto las autoridades alemanes desnaturalizaron el concepto de asilo, en detrimento de la seguridad", declaró en marzo al periódico Le Figaro este exmilitar, que comparece libre.

"Sabía que lo que hacía no se ajustaba a la ley", admitió.

Dice que no albergaba intenciones violentas y que se preparaba para "proteger (a su) familia en caso de emergencia".

La fiscalía lo pone en duda. El acusado "había proyectado cometer un ataque contra altos cargos políticos y personalidades públicas" haciéndose pasar por un refugiado, informó el Tribunal de Justicia Federal de Karslruhe, competencia para los casos de terrorismo.

Según esta instancia, quería responsabilizar de sus actos a los migrantes para ahondar la división en la sociedad alemana tras la acogida de refugiados facilitada por el gobierno de Angela Merkel.

Fallos

Entre sus posibles objetivos, figuran según la acusación, el entonces ministro de Justicia y ahora titular de la cartera de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, la vicepresidenta del Bundestag, Claudia Roth, y una activista de derechos humanos.

La detención de Franco Albrecht se produjo a principios de 2017 cuando intentaba recuperar una pistola que había escondido en un baño del aeropuerto de Viena, en Austria.

Sus huellas digitales eran similares a las del refugiado sirio David Benjamin.

Este escándalo tiene problemas de gestión en la acogida de refugiados en Alemania pese a que las autoridades siempre han asegurado que controlan estrictamente los procedimientos de asilo.

También se acusó al ejército alemán de no luchar lo suficiente contra la deriva de la extrema derecha entre sus tropas. Se encontraron mensajes xenófobos en su teléfono móvil y un trabajo universitario que había escrito, plagado de comentarios nacionalistas o extremistas.

El caso condujo a la ministra de Defensa de entonces, Ursula von der Leyen, actualmente presidenta de la Comisión Europea, a endcer el tono respecto a las fuerzas armadas.