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Docentes argentinos llevan 20 días varados en la Antártida y aún no saben cuándo podrán regresar

Fueron a la Base Marambio para una actividad académica prevista para apenas 36 horas, pero el clima y la falta de ventana meteorológica retrasaron su regreso. Aseguran que están seguros, aunque con incertidumbre, y explican cómo es vivir en un ambiente extremo.
 

Por canal5 canal5

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Información General: Docentes argentinos llevan 20 días varados en la Antártida y aún no saben cuándo podrán regresar
Lo que iba a ser un viaje breve y emocionante terminó convirtiéndose en una estadía inesperadamente larga. Un grupo de profesores argentinos viajó a la Base Marambio, en la Antártida, para realizar una actividad académica de apenas dos días, pero ya llevan 20 jornadas varados, sin fecha confirmada de retorno.
Daniel Bertagno, uno de los docentes que participa de la experiencia, contó desde la base que si bien la situación no es dramática, sí se vive con incertidumbre. 
“Cuando uno viene a la Antártida, lo primero que te aclaran es que todo depende del clima y de la logística. Lo que estaba previsto como un viaje corto terminó extendiéndose más de lo esperado”, explicó en diálogo con el noticiero.
Los profesores viajaron para visitar a alumnas del Instituto Universitario River Plate que realizan su carrera desde bases antárticas. El regreso estaba programado para pocas horas después, pero la ventana meteorológica necesaria para que aterrice el avión Hércules nunca llegó.
Según anticiparon, la fecha tentativa para el regreso sería el 8 de diciembre, aunque dependerá íntegramente de las condiciones climáticas.
 “Hoy incluso están retirando familias de la Base Esperanza en helicóptero, y seguramente volverán al continente con nosotros. Todo se programa día a día”, contó Bertagno.
Pese al retraso, el docente destacó que están seguros, alojados y contenidos por el personal de las Fuerzas Armadas y los equipos científicos.
 “No estamos en medio de la nieve, estamos bien alojados. Lo que cambia es la logística: no sabíamos que esto podía prolongarse tanto”, agregó.
Durante esta estadía inesperada, los docentes aprovecharon para aprender sobre la vida cotidiana en la Antártida. “No sabía que las cañerías tienen calefacción para que el agua no se congele, ni que existe un gasoil especial antártico. La separación de residuos es impresionante: nada queda acá, todo vuelve al continente”, detalló.
Otro dato que sorprende es la luz constante:
 “El sol se oculta cerca de las 22.30, pero nunca oscurece por completo. Dormir y organizarse requiere adaptarse”.
Con temperaturas de –6 °C y sensación térmica cercana a –15 °C, Bertagno mantiene el optimismo: “Más allá de la demora, aprendimos mucho y pudimos hasta dar una clase por Zoom desde la Antártida. La experiencia es única”.
 
Perfil de Instagram de uno de los profesores