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El pan dulce se convierte en el salvavidas económico de muchos argentinos en las fiestas
Con la llegada de las fiestas, muchos argentinos recurren a un clásico de la mesa navideña para generar ingresos: fabricar y vender pan dulce. Historias como las de Ayelén y Jennifer muestran cómo este rebusque se transforma en una herramienta para cubrir gastos urgentes y mantenerse a flote.
Cuando el trabajo falta o los ingresos no alcanzan, cualquier rebusque es bienvenido. Para Ayelén, de 19 años, la necesidad era urgente: pagar la matrícula de la facultad.
“Vi tutoriales en las redes sociales y me animé a intentar. Ya vendí algunos y cada vez me llegan más pedidos”, cuenta Ayelén, emocionada por la oportunidad de generar ingresos con algo tan tradicional como el pan dulce.
De manera similar, Jennifer, también sin trabajo y con la necesidad de cubrir el colegio de su hijo y el alquiler, decidió probar suerte con las recetas:
“Sé que es algo que esta época todo el mundo compra, así que no lo dudé. Probé con varias recetas hasta que me salió bien y me puse a vender”, explica.
Para ambos casos, el pan dulce se transformó en una herramienta de sustento, que les permite conseguir un mínimo ingreso económico para enfrentar los gastos de las fiestas y otras obligaciones.
Este fenómeno se repite en muchos hogares, donde el rebusque con productos tradicionales se convierte en una estrategia eficaz para generar ingresos temporales en un contexto económico desafiante.
