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Los gestos pesan más que las palabras al percibir aceptación o rechazo

La investigación analizó 558 señales en interacciones cotidianas y concluyó que el 60% de los feedbacks de aceptación son gestuales, mientras que la falta de mirada es el principal indicador de rechazo.

Por Telefe Rosario

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Una investigación exploratoria realizada por docentes y egresadas de la Universidad Austral reveló que la aceptación o el rechazo en los diálogos interpersonales se perciben principalmente a través de gestos, posturas, miradas y tono de voz, más que por las palabras explícitas. El estudio, desarrollado entre 2020 y 2025, analizó 558 señales registradas por alumnos de posgrado, identificando que el 60% de los feedbacks de aceptación fueron no verbales.

“El cuerpo habla incluso cuando no somos plenamente conscientes. Muchas veces creemos que aceptamos con palabras, pero el otro lo percibe, sobre todo, a través de nuestra mirada, postura y tiempo dedicado”, explicó Roxana Fantin, investigadora y autora del trabajo.

El estudio, titulado “Una aproximación al campo: Feedbacks de aceptación/rechazo”, se basó en una muestra de 143 estudiantes de posgrado, quienes registraron durante una semana las señales verbales y no verbales de aceptación y rechazo en sus diálogos cotidianos. Se identificaron 425 señales de aceptación frente a 133 de rechazo, mostrando predominancia de la aceptación y riqueza en los registros detallados.

Entre los hallazgos más relevantes, la mirada atenta se destacó como el principal indicador de aceptación, mientras que la falta de mirada fue el signo más fuerte de no aceptación. Otros factores clave incluyen postura corporal relajada, tono de voz pausado, silencio respetuoso y tiempo disponible para el otro. Según Fantin, “lo que más impacto genera no es tanto el acuerdo con lo que dice alguien, sino que sienta que estamos presentes y escuchando de verdad”.

El estudio también señala que el 50% de los registros de aceptación se relaciona con la capacidad atencional, y un 30% con el tiempo disponible durante la interacción. Por el contrario, el rechazo se manifiesta a través de interrupciones, rigidez corporal, tono cortante, monosílabos y falta de priorización del diálogo.

Desde un enfoque teórico, la investigación se inscribe en la perspectiva de Emmanuel Levinas, para quien aceptar implica recibir a la persona en su totalidad, más allá del acuerdo con sus ideas, en una dimensión afectiva, corporal y pre-cognitiva.

“La aceptación no es solamente un acto racional. Es también afectiva, corporal e incluso espiritual, y eso se refleja claramente en los resultados que obtuvimos”, subrayó Fantin. Además, las experiencias de aceptación y rechazo se perciben a través de un entramado de gestos, silencios, miradas y tonos, y no de un gesto aislado.

El estudio busca abrir nuevas preguntas sobre cómo se construye la aceptación en el diálogo, la relación entre atención y acuerdo, y hasta qué punto estas percepciones dependen del contexto y la subjetividad de cada persona.