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Reforma laboral: un informe advierte posibles cambios en las asignaciones familiares
Un informe de IDESA advirtió que el actual esquema de asignaciones familiares funciona como un fuerte incentivo a la informalidad, ya que los trabajadores no registrados reciben beneficios por hijo muy superiores a los formales. Según el estudio, la reforma laboral debería incluir una revisión integral de estos programas para facilitar la formalización, especialmente en los sectores de menores ingresos y en las microempresas.
El tratamiento de las Asignaciones Familiares aparece como uno de los aspectos que debería incluir la reforma laboral si se busca que su implementación contribuya a disminuir la informalidad en el mercado de trabajo. Esa es la conclusión central de un informe elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
Según el análisis, la formalización laboral requiere medidas que vayan más allá de modificar la legislación vigente y demanda revisar los elementos que llevan a pequeñas empresas y trabajadores de menores ingresos a operar en la informalidad. Entre esos factores, IDESA destaca al sistema de asignaciones familiares, que —sostiene— incentiva conductas que no están directamente vinculadas con la ley laboral.
El estudio remarca que los trabajadores informales reciben beneficios por hijo considerablemente superiores a los percibidos por quienes están registrados. Como ejemplo, señala que un trabajador formal con un hijo menor de 3 años obtiene $60.000 por Asignación por Hijo, mientras que uno informal recibe $120.000 por la AUH. A eso se suman $52.000 por la Tarjeta Alimentar y $45.000 de complemento alimentario para menores de 3 años, alcanzando un total de $217.000 mensuales. Esta diferencia, subraya el informe, se convierte en un fuerte incentivo para permanecer fuera de la formalidad.
En esa línea, IDESA plantea que cualquier trabajador que evalúe pasar al empleo registrado exigirá una remuneración que compense una brecha que llega a cuadruplicar el beneficio por hijo. En los niveles salariales más bajos, esto actúa como un factor decisivo que empuja a la informalidad.
Para generar un proceso sostenido de formalización, sostiene el informe, es necesario un enfoque integral que incluya una revisión profunda del diseño de la política de beneficios sociales. Aunque la equiparación de las prestaciones entre trabajadores formales e informales tiene impacto fiscal, el estudio considera indispensable avanzar en esa dirección.
Si bien la formalización en las microempresas es un objetivo deseable, IDESA concluye que el cambio en las leyes laborales por sí solo no alcanzará y que se precisa una estrategia más amplia para lograr resultados duraderos.
