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Cuatro personas murieron por una ola gigante que destrozó una piscina
En el Charco de Isla Cangrejo, en Tenerife, se produjo un hecho que conmovió a todos. A pesar de que había una alerta por oleaje intenso, varias personas estaban disfrutando del agua en esa piscina natural. Una ola enorme sorprendió a los bañistas, causando una verdadera tragedia: cuatro personas fallecieron y otras resultaron heridas. Además, todavía se busca a una quinta persona que continúa desaparecida
Este domingo, una ola gigantesca, de varios metros de altura, azotó las costas de Canarias y dejó una huella imborrable en la memoria de quienes estaban allí. El fuerte oleaje arrastró a varias personas que se encontraban en la piscina natural del Charco de Isla Cangrejo, en el Acantilado de los Gigantes, en el municipio de Santiago del Teide (Tenerife).
En el preciso momento del impacto, unas 20 personas, entre turistas extranjeros y visitantes de la península, disfrutaban del lugar, a pesar de la advertencia por temporal marítimo en curso. La ola, implacable, cubrió el área en cuestión de segundos, sorprendiendo a los bañistas y generando una escena de pánico, desesperación y confusión.
Los equipos de rescate lograron sacar a una mujer que estaba en paro cardiorrespiratorio. Aunque lograron estabilizarla y trasladarla a un centro de salud, finalmente no pudo salvarse. Además, otras tres personas —una mujer de 55 años, un hombre de 35 y un adulto cuya edad aún no se ha confirmado— murieron en el acto, siendo arrastradas mar adentro por la fuerza de la ola.
Desde la tarde del domingo, continúa la búsqueda de una quinta persona, que todavía no ha sido localizada. Aunque las autoridades no descartan que puedan aparecer más víctimas, hasta ahora no se han reportado otras desapariciones.
Fuentes municipales indicaron que dos de los fallecidos serían turistas rumanos y una mujer eslovaca, aunque aclararon que esta información todavía no es oficial.